El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, advirtió hoy a los líderes mundiales de que, «cuando se ajusten las cuentas», «sus legados se verán dañados» para siempre por no haber logrado detener la guerra en Siria.
«Cuando se ajusten las cuentas, todos los líderes mundiales verán sus legados dañados para siempre por su incapacidad de tomar decisiones para acabar con este terrible y totalmente evitable conflicto», dijo Zeid en su discurso ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que comenzó su segunda sesión regular del año.
«Los sistemáticos y serios crímenes que se cometen en Siria diariamente deshonran profundamente a todos aquellos responsables», agregó el alto comisionado, que fue muy crítico con la inacción de los mandatarios mundiales.
Zeid recordó que regularmente se cometen en Siria detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas y expulsiones y se destruyen escuelas y vecindarios sin piedad.
«Los hospitales se atacan, aparentemente de forma deliberada. La semana pasada, en Alepo, tres centros médicos fueron bombardeados en un solo día. Mujeres y niñas en particular, son víctimas de abuso por fanáticos con un sadismo inhumano que no pertenece a ninguna religión», denunció.
El responsable de derechos humanos de la ONU dijo que todas estas masacres, vejaciones y violaciones se acumulan en las conciencias y son registradas por entidades que se sienten «frustrados» al ver la inacción de aquellos con poder para detenerlas.
Por eso, insistió en su llamamiento para que los líderes mundiales con influencia sobre las partes en conflicto actúen para detener el horror.
Al mismo tiempo, recordó a todos que «el antídoto para la violencia extrema es la aplicación de la ley y el orden».
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