Enrique Ochoa Reza, virtual presidente nacional del PRI, tiene en la bolsa el apoyo público de todos los sectores y organizaciones ligados a su partido, pero de forma velada también tiene el enojo de mucho priístas que por disciplina no hacen público su malestar, especialmente por la forma en que Los Pinos decidió el relevo de Manlio Fabio Beltrones. Nos dicen que una de las primeras acciones de Ochoa Reza es la sanar las heridas que dejó su postulación o de lo contrario el rumor del declive del viejo partido va más que en serio.
Manlio Fabio Beltrones, ex presidente del PRI, ha recibido muchas llamadas telefónicas de priistas y personalidades políticas quienes le preguntan qué está pasando con la determinación desde Los Pinos de poner a Enrique Ochoa como nuevo presidente priista y él solo responde que es momento de ser institucionales y de permitir que la estrategia electoral se dirija desde la Presidencia.
René Bejarano, administrador de la corriente perredista IDN, no quita el dedo del renglón y aunque lo han bateado un par de veces quiere explorar la posibilidad de ir en alianza con Morena en el Estado de México, sin embargo el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador no los quiere ver ni en pintura.
Ricardo Monreal, jefe delegacional de Cuauhtémoc, mandó todo el ejército de colaboradores a Zacatecas para atender el tema familiar y el secuestro de su suegro. Resulta que lo que más preocupa al jefe delegacional de Morena es que lo están observando y espiando y que posiblemente hay más amenazas en contra de su familia. Monreal, nos dicen, no dudó en hacer público el caso para determinar que no cederá.
