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La columna de Eduardo Navarrete: instrucciones para identificar una #Lady o un #Lord

Paso 1. Sepa bien dónde buscarlos

La incansable tarea de estar con vida tenía que ser sazonada de una u otra manera para evitar que perdiéramos la sorpresa fácilmente. Y quien sea que tomara esta decisión, seguramente estaba muy de malas, ya que puso en las banquetas, una fauna que no encontró lugar en el circo. Ande, busque estas muestras de la penumbra social cerca de restaurantes de moda, lugares donde puedan ver y ser vistos, pero sobre todo, en sitios y ocasiones en donde puedan sacar ventaja sólo porque ellos creen que lo valen. 

 

Paso 2. Busque el origen de su realeza

El concepto que tiene de la realidad depende de la noción de verdad que uno tenga. A un #Lord se le debe tratar con el respeto con el que en su torcida, pero monárquica mente yace en su trono. Vea a la cara a ese #Lord, pero no le tenga miedo (tampoco lo alimente). Vea en esto el resultado de una sociedad polarizada que es permisiva hasta el colmo de la indolencia. Ahora acérquese muy lentamente y por favor escuche con detenimiento la sabiduría que emana del opérculo bucofaríngeo de este prócer, misma que se funde con el aire y se abre paso con una ignorancia exhibicionista. En este refinamiento de la integridad, ellos son una representación de lo indeseable, pero también un botón de muestra de lo que dejamos de hacer diariamente, precisamente por indolencia.

 

Paso 3. Vuélese la cabeza 

Imagine una discusión entre su #Lady favorita y el #Lord de su elección. Ni el gimnasio más perro de Pokémon aguantaría tanta alcurnia y refinamiento. Piense y arme equipo con Miguel Sacal, las Ladies de Polanco, #LadyProfeco, #Lady100pesos, #LadyChiles, #LadyIMSS, #LadyGoliat, #LordPopó, #LadyBasura, #LordMelaPelas, #LordFerrari, #LadyCerveza y el último modelo de la nobleza de asfalto, #LordAudi. More entonces, en la profundidad del momento: no requiere ser científico social para entender que el grito de la falta de estado de derecho en este país es cada vez más histriónico. Lo que los #Lords y las #Ladies evidencian es lo que con el siguiente caso de otro #Lord quedará subrayado: que la respuesta de la sociedad alcanza sólo para ser veloces y profundos en un meme, pero que la memoria es efímera.

 

Paso 4. ¿Qué #Lord sería usted?

El drama posmoderno de no tener idea qué es lo que quiere, pero saber que debe ser rápido, sólo para usted y con una pleitesía exclusiva que no goza el mortal de a pie, es el que padecen y exigen al mismo tiempo, el #Lord y la #Lady. Pero no tan rápido. Piense qué #Lord y qué #Lady sería usted. Para colocarse dentro de este selecto y creciente club, no se requiere más que sentir que está por encima de la ley y un celular que lo grabe. No por no tener cámaras a su alrededor de manera constante deja de ser un serio candidato. ¿O nunca se ha pretendido pasar de listo?

 

Paso 5. Átese un hilo

Tal vez se trate de otra dimensión de la experiencia y estos próceres que vemos como antítesis de la conciencia ciudadana sólo están aquí y así, para ayudarle a postear cosas más coloridas en su red social de preferencia, para tener nuevos maestros de paciencia o para darse cuenta que en efecto, el mundo que no quería ver, lo ha alcanzado al fin. En cualquiera de los casos, átese un hilo a la muñeca que le recuerde evaluar la intención de justo este momento. Y del siguiente. De lo contrario es muy probable que sin así desearlo, se convierta espontáneamente en el próximo #Lord o #Lady de moda y ni siquiera habrá elegido su nombre.

 

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