La cultura de lo prostético existía hace mucho. Mucho tiempo antes de los Ken y Barbies humanas que ahora son tan famosos y fascinan- así como provocan escalofríos- al mismo tiempo. Existían en el plano de las celebridades, con mujeres como Jocelyn Wildenstein. Pero también en el plano artístico, a través de artistas como la francesa Orlane, quien hizo de su cambio de apariencia todo un proyecto.
Y en este sentido, los nuevos reyes de esta cultura, como Justin Jedlica y Rodrigo Alves, decidieron mostrarse al mundo. No llegando, claro, a los niveles de profundidad de la francesa, pero sí quieren que su cuerpo sea «arte» a través de los elementos de su época: las redes sociales, la farándula y la exageración.
Pero, en el caso de Alves, esto casi le costó la cara, cuando a comienzos de este año una infección provocada por su sexta cirugía de nariz casi destruye todo lo que ha tardado años en construir.
¿Y qué le pasó luego de que lo vieran así?
Casi «nada»: 43 cirugías para recuperarse. Dura manera de aprender que el cuerpo tiene límites. O que sencillamente, no todas las sustancias que se aplican funcionan para todos. Y por eso, pagó un millón 300 mil dólares para asegurar su cuerpo. Eso, claro, luego de gastar más de 456 mil dólares en todo lo que se hizo y otros 52 mil dólares para una operación de emergencia que le reconstruyó la nariz.
Y para él eso fue suficiente: no quiere ponerse en más tratamientos agresivos.
«He decidido que trataré cosas no invasivas que puedan reemplazar la cirugía. Solo me haré otra si es por emergencias médicas. No me puedo arriersgar más si quiero seguir mejorándome a mí mismo», afirmó, citado por periódico británico «Metro».
Eso sí, evitará envejecer o engordar… a su manera. «No me ejercito, por lo que sí necesitaré ayuda clínica para reducir mi grasa en ciertas áreas. Últimamente he tratado de hacerme de todo: terapia de radio frecuencia y cavitación en mi espalda y piernas», añadió.
Mejor dicho: lo que no se va a hacer en la cara, se lo hará en el resto del cuerpo. Se querrá poner más pelo y se hará más tratamientos para bajar de peso. Y todo porque quiere lucir «bien en shorts». De hecho, su tratamiento consistirá en tomar tabletas de colágeno, suplementos vitamínicos y solo bebe agua con ácido hialurónico.
