Con una bota ortopédica, auxiliado por unas muletas pero con el apoyo de sus padres, Rodolfo Pizarro, llegó a la Ciudad de México luego de la fractura que sufrió en el peroné de la pierna derecha y que lo dejó fuera de los Juegos Olímpicos de Río 2016.
El volante del Pachuca lamentó el haber dejado sin final su sueño, pero con la seguridad de que sus compañeros lo harán de la mejor manera para que la tristeza que hoy vive se convierta en alegría en unos días.
TE RECOMENDAMOS: ¡AL MOMENTO! La actividad de los mexicanos en Juegos Olímpicos
«Dejé a la Selección en medio de un sueño, sí lo cumplí, pero quería estar más tiempo ahí. Como les dije a ellos, no puedo dejar mis sueños en mejores manos y espero que lo puedan lograr. Sigo triste pero lo más importante es recuperarme lo más rápido posible y tratar de llegar a este torneo. Esto solo me va a hacer más fuerte», sentenció el juvenil mexicano.
Pizarro señaló que la lesión se la produjo en el «primer impacto» y que el hecho de perder una oportunidad de ser observado por clubes europeos también le causa frustración.
«Es un torneo donde todos te ven, una oportunidad para que me vieran varios equipos y lo más bonito que es representar a México es la ilusión de todos», concluyó.
El volante de los Tuzos fue recibido por personal del club para ser trasladado a la bella airosa en donde será valorado aunque se espera un tiempo de recuperación de tres meses.
TAMBIÉN PUEDES VER
Dos mexicanos avanzan a semifinales de remo y sueñan con medallas
