La canciller federal de Alemania y presidenta de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), Angela Merkel, recibió hoy fuertes ataques de los dos partidos políticos que son sus socios en la coalición de gobierno.
Los tambores de guerra que resuenan en la coalición de gobierno, integrada por la CDU, la CSU (Unión Social Cristiana de Bavaria) y el SPD (Partido Socialdemócrata) se deben a que ya se perfilan en el horizonte las elecciones generales del próximo año en septiembre.
Tanto los presidentes de la CSU como el del SPD quieren ganar apoyo entre el electorado para sacar ventajas para sus posiciones personales y para sus partidos. Para ello critican al unísono a Merkel, aunque con ambiciones distintas.
El presidente del SPD se propone lograr ser designado como el candidato de su partido a la Cancillería Federal y poner a éste en la posición de socio principal del nuevo gobierno, lo que no sucede en la actual constelación.
El presidente de la Unión Social Cristiana de Bavaria y ministro presidente de ese estado, Horst Seehofer, lanzó severas críticas contra Merkel e informó que va a presentarle una gama de demandas para que ésta cambie el rumbo de su política respecto a los refugiados.
Calificó la situación del partido que preside Merkel de ser “altamente peligroso” debido a las tensiones internas. Declaró que “la gente no quiere esa política berlinesa”. La Bavaria socialcristiana, que es la que gobierna el estado desde hace décadas, se considera soberana y mejor que el resto del país.
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Seehofer acusó a la canciller federal de no haberle hecho caso de poner un límite a la llegada de refugiados y dijo que las elecciones del domingo habían dejado a la CDU en una situación “desastrosa”.
La amenaza soterrada de Seehofer es la posibilidad de quitarle su apoyo a la CDU durante las elecciones generales en Alemania del próximo año.
Lanzó sobre la canciller federal toda la responsabilidad del fracaso de la CDU en las elecciones del domingo en el estado de Mecklenburg Vorpommern.
Atribuyó enteramente el revés electoral de la CDU en ese estado germanoriental a la política de la canciller federal sobre los refugiados. Demandó que Merkel fije a la brevedad posible una cifra límite de los refugiados que puede recibir Alemania anualmente.
Merkel reconoció su corresponsabilidad en los desfavorables resultados electorales del domingo para su partido.
Declaró que el resultado electoral del domingo está relacionado con la política del gobierno sobre los refugiados y que a los ojos de los ciudadanos, ese tema es indivisible de la política del gobierno.
La canciller federal subrayó, sin embargo, que seguirá el curso que lleva hasta ahora en cuanto a los refugiados y calificó las decisiones al respecto que tomó en los últimos meses de ser “correctas”.
Apuntó que ahora el gobierno debe trabajar para recobrar la confianza de los ciudadanos. La CDU rechazó una vez mas la fijación de una cifra límite al número de refugiados que acogerá Alemania.
El ministro alemán del Interior, el demócrfata cristiano Thomas de Maiziere, manifestó este martes su asombro por las acusaciones de la CSU y del SPD contra la política del gobierno sobre los refugiados, siendo que los líderes de ambos partidos han participado semana a semana en las deliberaciones para fijar el rumbo político a seguir.
El presidente del Partido Socialdemócrata y Ministro de Economía, Sigmar Gabriel, acusó por su parte a Merkel de haber retardado reformas y de haber perdido mucho tiempo en superar las dificultades a causa del numeroso flujo de los refugiados.
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