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Análisis: A 15 años del 9/11

9/11 coque avión La aeronave de United Airlines Flight 175 se estrella en un costado del edificio.

Hace quince años, terroristas secuestraron cuatro aviones de pasajeros y chocaron dos de ellos contra el World Trade Center en Nueva York. El tercer avión se dirigió hacia el Pentágono, cerca de Washington, mientras que el cuarto avión se estrelló en un campo en Shanksville, Pensylvania. Este hecho se conoció después como el trágico 9/11.

Los devastadores ataques de Al-Qaeda mataron a dos mil 996 personas y dejaron a más de seis mil heridos en el plan terrorista más letal que haya tenido lugar sobre suelo americano.


El fundador de Al-Qaeda, Osama bin Laden, planeó los ataques del 9/11 con la intención de cambiar la historia para siempre, concentrándose en objetivos simbólicos –económico, militar y ejecutivo–. El evento creó un legado de miedo entre la sociedad occidental y desencadenó el conflicto en Afganistán.

Aunque Manhattan central, que sufrió los ataques más dañinos, ahora se ha repoblado con nuevos centros comerciales, hoteles y restaurantes en el sitio de las torres gemelas, el trágico suceso todavía se recuerda en todo el mundo.

“En términos de activismo islamista se hizo un cruce de caminos para los que quieren crear diversas formas de dominación islámica. Algunos vieron al 9/11 como ilegítimo y la principal causa de enormes presiones, omnidireccionales sobrepuestas en grupos islamistas de todo el mundo. Otros lo vieron como un triunfo de la voluntad islamista y dedicación a sus objetivos finales, la prueba de su victoria final”, dice a Metro Herbert F. Tinsley, director de proyecto de armas no convencionales y tecnologías, e investigador personal del Consorcio Nacional estadounidense para el estudio del terrorismo y respuestas al terrorismo.

Y agrega: “Si no se hubiese producido 9/11, los sentimientos triunfalistas que algunos islamistas expresaron pueden no haber sido tan contagiosos. En esencia, puede haber habido un menor número de islamistas o islamista convertidos dispuestos a participar en la violencia”.

Sin embargo, quince años después de los ataques, la actividad terrorista yihadista está en alza con un nuevo ‘favorito’: el llamado Estado Islámico. Casi a diario el grupo militante está en los titulares con actos de atrocidades brutales contra civiles inocentes tanto en el Medio Oriente como en Europa.

Osama bin Laden perfil Osama bin Laden, el responsable del ataque de acuerdo con el gobierno estadounidense.

 

“El terrorismo islamista se produce con regularidad. Pero la diferencia entre el 9/11 y otros ataques es de escala “, explica Joseph Fitsanakis, profesor asistente en la Universidad Costal Carolina, y experto en inteligencia y contraterrorismo para Metro. “Dejando a un lado los números de inmensas bajas, cerró la economía estadounidense durante más de una semana.

Algunas partes de ella, como la aviación comercial, por ejemplo, todavía no se han recuperado muchos años después de los ataques del 9/11. El mundo se ha convertido en un lugar mucho más impredecible y volátil tras el 11 de septiembre”.

Las consecuencias del 9/11

Después del 9/11, varias otras ciudades importantes fueron víctimas de ataques terroristas: Los atentados de Madrid dirigidos a trenes de cercanías en la capital española en 2004; autobuses y la red de metro de Londres se vieron afectados el 7 de julio de 2005; y, más recientemente, los restaurantes de París, el teatro Bataclan y el estadio nacional de Francia se vieron afectados por pistoleros y bombas en noviembre de 2015.

Las redes terroristas islamistas en Europa son ahora sospechosas de planear un ataque mucho más grande. Las autoridades dijeron que el trágico suceso del año pasado en Francia, en el que 130 personas murieron y 352 resultaron heridas por yihadistas de ISIS, podría ser el inicio de una campaña calculada.

“La esperanza es que la UE y sus componentes estén tomando esta amenaza muy en serio y continúen tomando medidas agresivas para proteger a sus ciudadanos”, dice Tinsley.

Sin embargo, según los expertos, la prevención de todos los ataques de este tipo es una tarea casi imposible.

“A largo plazo, la posibilidad de otro 9/11 es cercana al 100%”, explicó Fitsanakis.

“Estos ataques no se pueden detener por completo. Sólo pueden ser reducidos en número por la policía y las cuidadosas labores de inteligencia. Como nos enteramos después del 9/11, invasiones militares a gran escala no hacen del mundo un lugar más seguro.

Lo que se necesita es actividad quirúrgica cuidadosamente planeada, a pequeña escala que neutralice las amenazas de desestabilización de regiones enteras, como ha sido el caso en Irak y Afganistán”.

Los acontecimientos estremecieron al mundo y a 15 años, la historia sigue impactando por su significado histórico y humano. Un suceso que cambió el mundo.

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