Esta es la historia de una mujer que durante muchos años se dedicó a la prostitución e hizo una gran fortuna gracias a que le decía a sus clientes que tenía un parentesco con el narcotraficante más peligroso que tuvo Colombia, Pablo Escobar.
Ella se llama Gisel Romero y tiene 30 años. Empezó a tener relaciones a cambio de dinero desde los 18 años.
Pablo Escobar fue uno de los peores narcotraficantes y terroristas del siglo XX.
Contó para el portal Kienyke que un día no sabía cómo quitarse a un cliente de encima y le dijo que era sobrina de Pablo Escobar para espantarlo. Sin embargo, la reacción del hombre fue la contraria: le ofreció pagarle el triple por su servicio.
“¡Qué rico estar con la sobrina del patrón!”, le dijo el sujeto.
Desde ese momento, ella supo que tenía que seguir con la mentira para lograr un nivel más alto en ese gremio y poder recibir más dinero.
Aún así, Pablo Escobar es venerado en ciertas zonas por la ayuda que dio.
“Después de eso, los clientes llegaban solos y la tarifa subía. Pasé de ser prostituta barata a ser prepago. La mentira creció, salí de la calle y ahora me buscaban al celular”, le manifestó la mujer al medio.
Durante muchos años mantuvo la mentira, hasta que un día la amenazaron porque estaba abusando de la reputación del “Patrón” y ahí fue cuando decidió retirarse de ese oficio. Finalmente, tenía dinero suficiente para sobrevivir por varios meses.
Gisel confesó que, aunque dejó de prostituirse, aún mantiene contacto con algunos viejos clientes que le pagan muy bien.
El hijo de Pablo Escobar que decidió borrar el pasado
Juan Pablo Escobar, o Sebastián Marroquín, fue el primogénito de Pablo Escobar. Este disfrutó de todos los lujos que la vida de su padre le proporcionó. Marroquín afirma que quiso vengarse luego de que mataron a su padre. Pero, luego reflexionó. También cuenta que este le prohibió inclusive fumar.
Ahora bien, alias “Popeye” tiene otra versión. Contó una versión más oscura en una entrevista para la Revista “Bocas” en 2013. Ahí aseguró que Juan Pablo alcanzó a estar en torturas a sus 12 años. Juan Pablo, por su parte, afirma que “Popeye” es solo un “bufón” de su padre. También se reconcilió con los hijos de los líderes que su padre mandó a matar.
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Asimismo, llegó a sacar una línea de ropa con mensajes de paz. Ahora escribió un libro donde narra su vida con el capo y es un pacifista. Solo desea ser un hombre sencillo y sensato que vivió años en Argentina luego de vagar sin rumbo luego de la muerte de su padre. Allí se descubrió su identidad y su madre pasó un año y tres meses en la cárcel por eso.
