La Procuraduría General de la República (PGR) confirmó la detención de Óscar Saúl «N» por su participación en el secuestro y asesinato de María Villar Galaz, ciudadana española hallada muerta en Santiago Tianguistenco, Estado de México, el pasado 15 de septiembre.
«Podemos señalar, con toda contundencia, que tenemos pruebas directas e indubitables, de carácter científico, que establecen la participación directa del detenido en los hechos», dijo en conferencia de prensa Gustavo Salas, titula de la Subsecretaría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO).
Detalló que este domingo 2 de octubre, el Ministerio Público de la Federación logró el otorgamiento de una orden de aprehensión en contra de dos personas, incluido Óscar «N», en tanto que se avanza en la indagatoria sobre la participación de otros probables responsables.
Relató como el pasado 13 de septiembre, aproximadamente las 21:20 horas, Villar Galaz salió de las instalaciones de una plaza comercial en Santa Fe, para dirigirse a su domicilio en la colonia Polanco n un taxi que aparentaba hacer base en las inmediaciones del centro comercial.
Estando ya a bordo se comunicó con su familia para avisar que iba en camino, sin embargo, unos metros adelante, una segunda persona abordó el automóviil.
Villar fue inmovilizada con un aparato de descargas eléctricas y sometida violentamente por los dos sujetos, uno de ellos el chofer. Posteriormente, la esposaron y la condujeron hacia el Estado de México.
El chofer se encaminó por la carretera libre hacia Toluca, haciendo una escala en un cajero automático ubicado en Boulevard Aeropuerto, donde después de haber despojado de sus pertenencias a la víctima y obligarla a decirles el número de identificación personal (NIP) de su tarjeta bancaria, hicieron una primera disposición en efectivo.
Más adelante, los captores siguieron en ruta hacia el municipio de Santiago Tianguistenco, en el mismo Estado de México, donde mantuvieron en cautiverio a la víctima.
Al día siguiente, 14 de septiembre, los secuestradores se comunicaron con la familia de Villar Galaz, solicitando el pago de un rescate.
El cónyuge de la víctima solicitó la asesoría de personal de la Policía Federal y se sigió el procedimiento de manejo de crisis e interacción con los secuestradores, que se apegó en todo momento a los protocolos, con lo que se obtuvo una prueba de vida de la víctima y se acordó un rescate sustancialmente menor a lo exigió en su inicio.
Se efectuó un pago que fue entregado en un punto de la zona oriente de la Ciudad de México, donde los secuestradores realizaron también una segunda disposición en efectivo, en un cajero bancario cercano a ese lugar.
Después del pago del rescate, los secuestradores proporcionaron una segunda prueba de que Villar Galaz se encontraba con vida. Sin embargo, posteriormente los delincuentes interrumpieron la comunicación y privaron de la vida a la víctima, cuyo cadáver fue abandonado en un paraje en la misma zona en la que estuvo secuestrada.
