Detrás de la industria del huevo en México se esconde una práctica cruel, de maltrato a las gallinas ponedoras, cuyos productos se venden en supermercardos y tiendas y son consumidos por millones de mexicanos como parte de la canasta básica.
La organización internacional Igualdad Animal logró tener acceso a una granja industrial de gallinas ponedoras en Jalisco para documentar las malas condiciones de vida de estas aves, encerradas en diminutas jaulas que no les permiten movimiento.
En Jalisco, indicó la agrupación, existen cerca de 95 millones de gallinas ponedoras, lo que representa más del 50% de la población total de estas aves que hay en México.
A través de un video, Igualdad Animal muestra imágenes en las que se aprecia a las gallinas encerradas en jaulas cuyo tamaño equivale a la superficie de una hoja de papel; no se les permite la socialización; son sometidas a mala alimentación y condiciones insalubres.
Acusó que las gallinas ponedoras que enferman no tienen ningún tipo de atención veterinaria y se les deja agonizar y morir, pues esto sale más barato para la industria del huevo.
Una de las prácticas agresivas contra las gallinas ponedoras es la muda forzada o pelecha, que consiste en privar a estas aves de agua y comida hasta reducir su peso corporal en un 20% en un periodo de cinco días, lo cual se hace para acelerar el ciclo de postura de huevo.
En el video se refiere que las jaulas donde están encerradas las gallinas carecen de aire fresco, el ambiente huele a excremento, hay mucho polvo y cuesta respirar.
“La falta de espacio hace que el resto pase por encima aplastándolas. El suelo de las jaulas es de alambre, esto hace que las garras crezcan enredándose en el metal. Padecen dolor intenso”.
Por lo anterior, Igualdad Animal llamó a firmar una petición en su portal para exigir el fin a las jaulas en batería para gallinas ponedoras.
