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Los ‘fiesta buses’ ruedan sin regulación por la CDMX

No existen regulaciones para este tipo de vehículos en el Reglamento de Tránsito ni en otros instrumentos legales, advierte el sector empresarial

Con sólo 600 mil pesos, cualquier empresario de la Ciudad de México puede tener un negocio con la posibilidad de venta de alcohol y prescindiendo de la mayor parte de los permisos que exigen las autoridades a los establecimientos mercantiles para funcionar. 

No es necesario contar con un programa interno de protección civil y tampoco hay que demostrar si las bebidas vienen de una procedencia lícita, como sucede con otro tipo de negocios. Este monto es el que promociona la empresa Party Bus México en una de las publicaciones de Facebook para encontrar inversores que deseen comprar su franquicia y replicarla en otros estados.

El negocio, muestran, es remodelar camiones —como si fueran discotecas— y convertirlos en salones móviles para realizar fiestas privadas. De acuerdo con el presidente de la Asociación Nacional de la Industria de Discotecas Bares y Centros de Espectáculos (Anidice), Ismael Rivera Cruces, desde hace cuatro años han denunciado la presencia de estos ‘fiesta buses’ ante las autoridades pero, hasta la fecha, siguen operando debido a que, dice, no existe ninguna ley o norma que regule su funcionamiento en la ciudad.

“Hasta el día en que se caiga un chavo y se mate será cuando el gobierno los clausure. La advertencia la hicimos, desde nuestra industria, desde hace tres o cuatro años. Los detectamos y nadie ha hecho absolutamente nada para detenerlos”, advierte el empresario.  

Los accidentes ya han ocurrido.En marzo de 2013, por ejemplo, un joven cayó de uno de los camiones de la empresa Party Bus mientras éste circulaba por Huixquilucan, Estado de México.

De acuerdo con los reportes de diversos medios de comunicación, la caída se originó después de que se golpeara con una rama tras estar brincando y bailando en uno de los vehículos panorámicos.

En Estados Unidos también se han presentado diversos accidentes. En el estado de Ohio, un hombre fue atropellado por uno de estos vehículos después de haber caído del mismo el pasado mes de abril.

Además, en agosto de este año la Comisión de Servicios y Transporte del estado de Washington (UTC, por sus siglas en inglés) presentó un estudio en donde revela que 78% de los accidentes en este tipo de negocios ocurrido entre 2009 y 2013 resultó con al menos una persona fallecida.

“No deberían existir, los deberían de suspender y no debería de haber ningún tipo de vehículo que ofrezca bebidas alcohólicas, y menos que comercialice las bebidas, la entrada y la subida para hacer una fiesta particular en un auto que va en circulación”, asegura Rivera Cruces.

En la ciudad, en cambio, hay varias opciones para quienes desean contratar este tipo de servicios. Se encuentra, por ejemplo, la compañía Tarro Bus, con paquetes que van desde 7 mil 500 pesos, por un recorrido de cinco horas para 30 personas incluyendo refresco, jugos, botana, barman, mesero, platos, vasos y hielos —pues las bebidas alcohólicas son puestas a consideración del cliente—.

Además, Party Bus México —la compañía más grande de ‘fiesta buses’— tiene paquetes hasta para 60 personas por 25 mil pesos, con un recorrido de cinco horas, barman, operador, personal de seguridad, 10 litros de refresco, dos bolsas de papas, 100 vasos y cuatro botellas de ron.

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