Por 60 pesos, los recorridos en auto sobre la carretera a Chapala pueden acompañarse de una bebida preparada con cerveza, limón y jugo de almeja. Incluso el conductor puede detener su marcha y ordenar tostadas con mariscos. Todo, gracias a que hay vehículos estacionados al pie de una carretera federal vendiendo esas mezclas.
Las “food trucks” y su falta de regulación han dado paso a un nuevo modelo de negocio: las “beer trucks”, en las que principalmente se ofrecen bebidas alcohólicas y botanas.
La Dirección de Inspección y Vigilancia de Tlajomulco tiene detectados tres de esos establecimientos sobre la carretera a Chapala, pero los nombra “remolques”. Alejandro Ortiz, titular del área, dice que dos cuentan con permiso, aunque destaca que el municipio no permite la venta de alcohol en la vía pública.
“Tenían permiso de venta de bebidas alcohólicas anexo a restaurante. ¿Qué hacían? Sacaban un excedente porque estaban promocionando el mismo restaurante. Con base en eso se les dio el permiso”.
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Esteban Estrada, regidor de Zapopan, reconoce que ha “recibido reportes” de otros remolques similares. Se trata de giros irregulares, pues como sucede con los “food trucks”, todavía no están tipificados en el Reglamento de Giros y Comercios, una situación que, advierte, cambiará a finales de año porque serán regulados.
Mientras Alma Chávez Guth, dirigente de la Asociación de Víctimas de Violencia Vial, pide prohibir la venta de alcohol en la vía pública a través de camiones o remolques, Lucio Miranda, oficial mayor de Padrón y Licencias en Tlajomulco, menciona que ya hay una propuesta que se está afinando en la Secretaría General para regular los remolques en los que se venden alimentos.
Guadalajara también busca la regulación de estas unidades. Hugo Luna Vázquez, jefe de Gabinete, menciona que se está revisando el reglamento para considerar su existencia.
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