La nueva guardia costera y de fronteras de la Unión Europea (UE) pondrá a prueba la eficacia de los controles fronterizos en Alemania, Finlandia y Eslovenia.
El objetivo es detectar fallas y elaborar recomendaciones para mejorar la gestión de los flujos migratorios, explicó el director de la agencia, Farbrice Leggeri, en una visita a Bruselas.
“Se trata de anticipar potenciales dificultades y alistar medidas para desplegar más equipos cuando sea necesario”, precisó.
Una de las funciones de la nueva agencia, que entró en operación hace una semana, es conducir ese tipo de pruebas y asegurar un control homogéneo en toda la frontera externa de la UE. Los tres países han sido seleccionados entre seis voluntarios.
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Los criterios analizados deberán ser definidos en la semana entrante, pero Leggeri anticipó que se verificarán, entre otros, la capacidad de las autoridades nacionales para detectar documentos fraudulentos y para gestionar grandes flujos repentinos, como lo ocurrido durante el verano de 2015.
Las pruebas serán conducidas antes del final del año y, según Leggeri, no remplazarán las evaluaciones sorpresa conducidas en los miembros del espacio Schengen de libre circulación, que abarca 22 países de la UE, más Noruega, Suiza e Islandia.
Éstas tiene por objetivo verificar que las autoridades nacionales cumplen las normas de Schengen.
Tras el auge de la crisis migratoria, en agosto de 2015, cinco países de ese espacio han sido autorizados a reintroducir temporalmente controles en sus fronteras para evitar problemas en el orden público: Austria, Alemania, Dinamarca, Suecia y Noruega.
La autorización expira en noviembre, pero Austria, Alemania y Noruega ya anunciaron su intención de solicitar una nueva prórroga de seis meses.
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Por su parte, la Comisión Europea (CE) espera que la puesta en marcha de la guardia de fronteras paneuropea ayudará a normalizar la situación en esos países y permitirá restablecer el “funcionamiento normal de Schengen antes de diciembre”.
La Agencia Europea de Fronteras y Guardacostas, construida sobre la antigua Agencia Europea de Control de Fronteras (Frontex), deberá tener a su disposición una reserva de mil 500 guardias procedentes de los cuadros nacionales hasta el final del año.
Además, reclutará 220 nuevos oficiales, casi duplicando sus efectivos en ese período.
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