Rigoberta Menchú, defensora de Derechos Humanos, confió en que la «verdad histórica» salga a la luz en el caso de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.
«Yo solamente pedí a todo el mundo que para mí la única verdad que tiene que aflorar es la verdad de las víctimas y en el contexto mexicano pensaron que yo no creía en el testimonio de las víctimas.
Menchú Tum, aseguró que «las víctimas no van a olvidar lo suyo y la van a recordar día y noche hasta que se esclarezca la verdad y pase a ser una verdad jurídica».
Al participar en su conferencia magistral «Los juicios por delitos de lesa humanidad en Guatemala y sus aportes en la jurisprudencia y la justicia universal», en la UNAM comparó el caso
La ganadora del Premio Nobel por La Paz de 1992, Rigoberta Menchú, comentó tres casos en los que trabajó y que le permitieron ir contra corriente para castigar delitos de lesa humanidad, aunque dijo, el camino por recorrer aún es largo.
«Comunidades indígenas han trabajado mucho para darle una visión colectiva a los derechos humanos», expresó.
El primer caso que compartió la también investigadora especial de la UNAM, expuso el genocidio del 5 octubre de 1995 en Guatemala en el que de manera colectiva decidieron romper la escena común que era la impunidad y empezar con una estrategia jurídica para defenderse.
«El caso Xamán trajo avances importantes que sentaron precedentes como la Investigación, ciencia forense al servicio de las víctimas, reforma del código procesal penal, abolición de fuero militar, exigir al sistema guatemalteco que ponga intérpretes por las 12 idiomas Mayenses», comentó.
También, dijo, sirvió para abolir el fuero militar y que se dejara de juzgar en un tribunal militar, además se lograron acuerdos de paz separando amnistía a los delitos de guerra», comentó.
En el caso de la embajada de España explicó cómo se tuvo que acreditar la verdad jurídica de delitos de lesa humanidad.
«Verdad desacreditada testimonial que sentó precedente, porque la india más famosos miente cómo no van a mentir los demás y va acuñado con otros tema de criminalización», comentó.
En el caso de Sepur Zarco en donde se denunció esclavitud sexual y doméstica como estrategia de conflicto armado.
«Mataron a sus esposos y violaron y mataron a sus hijas y a las mujeres las obligaron a tener sexo con los soldados y a atenderlos, pero 15 mujeres que se atrevieron a una querella».
«Gracias a las víctimas es que que prevalece, se mantiene, luchan y lloran su verdad es que se genera un impacto de involucramiento a la investigación jurídica», dijo.
Menchú sostuvo que continuará con el trabajo para garantizar justicia universal y seguir estableciendo los marcos referentes para acabar con el trato discriminatorio y abusivo hacia las comunidades más vulnerables.
TE RECOMENDAMOS:
