Una persona murió y varias resultaron heridas en una pelea entre miembros del pueblo indígena yaqui, que se enfrentaron por la construcción de un gasoducto en el noroeste de México.
Adolfo García Morales, jefe de seguridad pública del estado de Sonora, dijo en conferencia de prensa la noche del viernes la protesta estalló a eso de las 9:00 de la mañana afuera de una escuela en Loma de Bacum. Una multitud de 400 personas se había aglomerado para el mediodía.
El funcionario señaló que era claro que el conflicto es por el gasoducto.
IEnova, una subsidiaria de Sempra Energy, con sede en San Diego, California, está construyendo el gasoducto para la Comisión Federal de Electricidad de México, el cual transportará gas natural de Arizona a plantas generadoras de electricidad en los estados de Sonora y Sinaloa, según señaló un comunicado de la compañía cuando fueron concedidos los contratos en 2012. La empresa no respondió de inmediato el sábado una llamada de The Associated Press en busca de comentario.
Poco después de las 12 p.m. del viernes se realizaron disparos y un hombre murió, dijo García, quien calificó el conflicto como una disputa interna del pueblo yaqui.
Rodolfo Montes de Oca, procurador de justicia del estado, dijo que la entidad está investigando la balacera, pero que no se ha identificado a la persona que realizó el disparo fatal.
Mario Luna, un vocero del pueblo indígena, dijo el sábado que aún estaba recopilando información. Él estuvo lejos del sitio donde ocurrió el enfrentamiento y señaló que no podía proporcionar datos específicos sobre lo ocurrido.
Sin embargo, Luna explicó que el conflicto entre poblaciones yaquis sobre el gasoducto ya tiene tiempo. Señaló que se han registrado al menos otros tres enfrentamientos violentos entre quienes están a favor del proyecto y quienes se oponen, pero que se trata de la primera muerte.
Luna agregó que existe un acuerdo entre la mayoría de las poblaciones. Pero aquí, sin embargo, las decisiones no se toman por mayoría, sin por consenso.
El enfrentamiento del viernes sucedió en Loma de Bacum, una comunidad que se ha negado a permitir que el gasoducto pase a través de su territorio, dijo Luna. Las poblaciones yaquis circundantes que apoyan el proyecto han estado tratando de persuadir a sus vecinos para que se unan, pero las negociaciones han fracasado, señaló el portavoz indígena.
Dijo que ellos temen que pudiera explotar o haber un accidente. Además rechazaron la oferta de los constructores del gasoducto porque su construcción no tomó en cuenta el daño ambiental y cultural que podría ocasionar, añadió.
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