ALEPO. En el tercer día de combates de los grupos rebeldes que tratan de romper el asedio impuesto por el gobierno sirio, 38 civiles fueron abatidos por disparos.
Según medios estatales, los rebeldes fueron acusados este domingo de esparcir «gas tóxico», donde reportaron 35 casos de asfixia en un barrio controlado por el gobierno.
Una coalición de rebeldes islamitas y de yihadistas lanzaron este viernes una ofensiva desde el exterior de la ciudad, en su flanco oeste, para poner fin al impuesto hecho por las fuerzas de Bashar al ASsad a los barrios del este, controlados por los insurgentes. Desde 2012, la segunda ciudad de Siria y ex capital económica está dividida entre los barrios del este, en manos de los rebeldes, y los controlados son por el régimen de Al Asad, en el oeste.
El control de esta ciudad es de importancia estratégica para los beligerantes con el fin de asentar su poder en el norte de Siria, que tienen desde 2011 por una guerra civil que ya ha dejado más de 300 mil muertos y millones de desplazados.
Los combates se concentran en la periferia oeste de Alepo, asaltada por más de mil 500 combatientes llegados desde las provincias de Alepo y de Idlib, en un frente de 15 kilómetros.
Desde que inició la ofensiva, «38 civiles fueron abatidos y 250 resultaron heridos por cientos de disparos y cohetes lanzados por los rebeldes contra los barrios del oeste de Alepo», indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Además, más de 64 rebeldes fueron abatidos en los enfrentamientos, que al menos dejaron 55 muertos entre las filas del gobierno y de los combatientes que pelean junto a ellas, según el OSDH. (Con informaci´on de AFP)
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