En el pueblo de Cerezales del Condado ubicado en León, España, no se habla de otra cosa excepto de la herencia de más de 200 millones de euros que dejó Antonino Fernández, creador de la famosa “Coronita», para sus herederos de su pueblo natal.
De acuerdo con el Diario de León, el magnate ha dejado medio centenar de herederos a ambos lados del Atlántico. Fernández no tuvo hijos y es el último de 13 hermanos en fallecer, por lo que «una lluvia de millones de dólares» ha ido destinada a decenas de sobrinos, muchos de los cuales habitan en el pueblo.
Además de sus herederos el empresario tampoco se ha olvidado en sus últimas voluntades de la Fundación Cerezales, las instalaciones de los Padres Dominicos, la Basílica y la empresa Soltra, Solidaridad y Trabajo, en el municipio de Valverde, todas ellas ubicadas en León, las cuales recibirán una parte de los 200 millones de euros para seguir con su labor altruista.
Y es que durante su vida, Fernández se encargó de mantener personalmente a su pueblo, ya que a pesar de la distancia, se las arregló para mandar colocar una red de tuberías nuevas, con dos depósitos y captaciones que permitieron abastecer de agua a todos los vecinos, ha arregló el cementerio y su carretera, urbanizó la plaza además de la restauración de la iglesia y la ermita
«Hombre religioso, austero y recto, la cuantía de las donaciones, todas ellas sobradamente generosas, varían según la cercanía de cada pariente y su comportamiento», afirman fuentes cercanas a Fernández.
La cerveza Corona está presente en 170 países del mundo lo que la convierte en la más famosa del país.
El presidente honorífico del Grupo Modelo, murió el pasado 31 de agosto, sin embargo, fue hasta estas fechas, cuando ha salido a la luz su testamento.
Con información de El País y el Diario de León
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