El Papa Francisco desayunó hoy con un grupo de indigentes de Roma y celebró una misa con cardenales, como parte de las actividades por el día de su cumpleaños número 80, antes de cumplir con una jornada normal de trabajo.
Según informó el limosnero de su santidad, Konrad Krajevski, el grupo de los “sin techo” estuvo compuesto de ocho personas: dos mujeres y seis hombres, quienes ingresaron hasta el comedor de la Casa Santa Marta, la residencia del líder católico en el Vaticano.
El propio limosnero los invitó esta mañana muy temprano, ellos pernoctaban en las inmediaciones de la Columnata del Bernini en la Plaza de San Pedro. Tienen diversas nacionalidades: cuatro italianos, un moldavo, dos rumanos y un peruano.
A las 07:15 horas locales (06:15 GMT), el pontífice se encontró con ellos, los saludó afectuosamente uno por uno y recibió de regalo tres mazos de girasoles que fueron colocados en la capilla de la residencia.
Ya en el comedor, el Papa se sentó entre ellos y escuchó sus historias. Una media hora después se despidió regalándole a cada uno dulces argentinos y se dirigió a la Capilla Paulina del Palacio Apostólico del Vaticano, donde lo esperaban varias decenas de cardenales.
Con motivo del cumpleaños este sábado se ofrecerá un dulce especial en nombre del Papa en diversos comedores para pobres de Roma. Además, a los huéspedes de los dormitorios temporales se les regalará un sobre con una estampa de Francisco y un regalo.
En la misa que celebró junto a los purpurados, el obispo de Roma recordó los momentos de su vida en los cuales tuvo “gran fidelidad” a Dios y otros momentos “feos de infidelidad, de pecado”.
Durante el sermón no hizo referencia explícita a su cumpleaños, pero habló de la memoria, porque “mirar hacia atrás” sirve “para ir mejor hacia delante”.
“Es propio del amor siempre tener bajo la mirada los dones tan bellos que hemos recibido, mirar la historia, de dónde venimos, a nuestros antepasados, el camino de la fe. Y esta memoria nos hace bien, porque hace más intensa esta vigilante espera hacia la Navidad”, dijo.
“Hoy nos detenemos, miramos hacia atrás y vemos que el camino ha sido bello, que el señor es fiel. También vemos que tanto en la historia como en nuestra vida ha habido muchos momentos bellísimos de fidelidad y momentos feos de pecado. Pero el señor está allí, con la mano tendida para volver a levantarte: ¡Sigue adelante!”, agregó.
Luego, al final de la misa, Francisco tomó la palabra para agradecer a los cardenales por sus felicitaciones y confesó que, desde hace algunos días, tiene en mente la palabra “vejez”. “¡Me espanta!”, exclamó riendo.
“Me acuerdo de lo que les dije en nuestro primer encuentro, el 15 de marzo de 2013: la vejez es sede de sabiduría; esperemos que también sea así para mí. Cómo ha venido tan rápido, con el paso tan silencioso”, insistió.
Pero pidió también considerar a la vejez como una etapa de la vida para dar alegría, sabiduría, esperanza. La vejez, siguió, “es tranquila y religiosa, recen por que la mía sea así: tranquila, religiosa y fecunda, y también alegre”.
Tras la celebración eucarística, El papa siguió con su agenda normal; recibió en audiencia privada a la presidente de Malta, Marie-Louise Coleiro Preca, y se reunió con los integrantes de la comunidad católica italiana de Nomadelfia.
Las felicitaciones
Las siete direcciones de correo electrónico abiertas especialmente por el Vaticano para recibir saludos por el cumpleaños número 80 del Papa Francisco recibieron más de 70 mil mensajes en los últimos días.
La sala de prensa del Vaticano informó que la cifra incluye las felicitaciones recibidas hasta la tarde de este sábado, pero los mensajes continúan llegando. Los más numerosos eran en lengua inglesa, española y en italiano, pero más de mil fueron escritos en latín.
Esta semana se informó de las direcciones electrónicas especiales en polaco, alemán, francés, inglés, italiano y latín. Para las cartas en español y portugués se habilitó la casilla PapaFrancisco80@vatican.va.
A estas muestras de afecto se deben sumar los mensajes enviados a través de las redes sociales, para los cuales fue activada la etiqueta #Pontifex80.
Desde sus nueve perfiles lingüísticos oficiales en la red social de Twitter (vinculados al inglés @pontifex) el mismo líder católico respondió con dos frases: “Les agradezco mucho su afecto. No se olviden de rezar por mí”.
A los saludos se sumó el Papa emérito Benedicto XVI que envió un mensaje escrito “muy afectuoso” y que “fue particularmente apreciado”. Después, por la tarde de este día, Ratzinger llamó por teléfono a Francisco.
Antes le había hecho llegar tres pequeños regalos, que no fueron identificados por el Vaticano, pero que – según se informó – “fueron recibidos como tres signos muy personales y significativos para los dos”.
Al mismo tiempo, otras decenas de regalos de diverso tipo llegaron en las últimas horas hasta su residencia en el Vaticano, la Casa de Santa Marta.
Entre estos se cuenta un pastel realizado especialmente con una pasta con sabor a la típica bebida argentina del mate y acompañado por una crema de naranja.
A los saludos se sumaron jefes de Estado de diversas naciones, como el todavía presidente de Estados Unidos Barack Obama quien escribió: “Al celebrar su 80 cumpleaños mañana, me uno al pueblo estadunidense en extender nuestros mejores deseos”.
Lo propio hizo Vladimir Putin, presidente ruso: “Su fructífera actividad para impulsar elevados valores morales y espirituales, y ampliar el diálogo entre confesiones y civilizaciones le ha granjeado el sincero respeto entre millones de personas de todo mundo”, indicó.
Ya el miércoles pasado, durante la audiencia general de los miércoles en el Aula Pablo VI del Vaticano, un grupo de feligreses mexicanos le había regalado un pastel con unas velas con forma de 80, que el Papa apagó divertido.
Según precisó la sala de prensa del Vaticano, “la jornada del Papa Francisco está transcurriendo con normalidad, como ya había sido previsto, y el santo padre la vive con gran alegría”.
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