Con peluches, carteles y una bandera de Brasil agujereada, una organización civil denunció hoy en la playa de Copacabana las muertes de niños por balas perdidas, la última la de Sofia Braga, de dos años, alcanzada por un disparo mientras jugaba en un barrio del norte de Río de Janeiro.
La ONG Rio de Paz denunció la muerte de 31 niños por balas perdidas en los últimos diez años con una protesta pacífica en la playa más emblemática de Río de Janeiro.