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La Secretaría de Movilidad (Semovi) del Gobierno de la Ciudad de México se resiste a subir la tarifa del transporte público para no afectar a los usuarios.
Lo anterior pese a la petición expresa de los transportistas de ajustar al alza la tarifa como una medida de amortiguar el impacto del aumento del precio de los combustibles.
El titular de la Semovi, Héctor Serrano, detalló que se analiza otra estrategia como reducir las cargas fiscales a los transportistas para bajar sus gastos.
EN CONTEXTO
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Dichas reducciones podrían ser en los trámites para renovar concesión, en la obtención de la licencia- tarjetón, entre otros; todavía se analiza con Secretaría de Finanzas.
“El Gobierno va a hacer todo lo necesario para que lo que se decida impacte lo menos posible en el bolsillo de los capitalinos”, dijo Serrano este martes.
Transportistas piden aumento
No obstante, el sector del transporte colectivo demanda un aumento en la tarifa para poder mantener la operación y renovación del servicio.
El empresario transportista Jesús Padilla justificó el aumento tarifario diciendo que “la tecnología orientada a la calidad del transporte cuesta”.
En ese sentido detalló que en 2013 una unidad nueva costaba un millón 700 mil pesos, y actualmente cuestan dos millones 700 mil pesos.
Padilla Zenteno refrendó su compromiso de modernizar el servicio de transporte en la Ciudad de México, pero aclaró que “no hay forma de continuar con el proceso de cambio ante esta amenaza del aumento en los costos de los combustibles”.
Baja calidad
Señaló que cuando no se tiene la tarifa necesaria para mantener la operación y estándares del servicio, el primer efecto es que baja la calidad del transporte.
“El primer efecto cuando la tarifa no alcanza es el deterioro de las unidades en cuanto a su imagen y mantenimiento.
“Otro efecto es la mala calidad del servicio y esto no se le puede permitir a una ciudad que compite todos los días con las primeras del mundo”, dijo Jesús Padilla, también presidente de la Coparmex en la Ciudad de México.
Por el contrario, los beneficios de tener una adecuada tarida para mantener la calidad del servicio se extienden a la sustitución del parque vehicular.
Además se recupera el espacio público, se mejora la frecuencia de paso, los tiempos de traslado la seguridad a bordo, la salud del usuario, se genera empleo formal, y calidad de vida para toda la población.
Estados aumentan costo
Tras el aumento al precio de los combustibles al menos 10 estados subieron el costo del transporte público de pasajeros.
En Guanajuato, por ejemplo, pasó de nueve a 11 pesos; Aguascalientes lo subió de seis a 7.50 pesos; Durango de nueve a 10 pesos y Chiapas de seis a siete pesos.
Asimismo en Coahuila fue de 8.50 a 10 pesos; en Zihuatanejo y Chilpancingo, Guerrero, pasó de siete a ocho y de cinco a seis pesos, respectivamente.
Por su parte en Michoacán el tarifazo fue de siete a ocho pesos; en Yucatán pasó de siete a ocho pesos; en Tabasco de 7.50 a 8.50 pesos y en Morelos de 6.50 a ocho pesos.
Las tarifas vigentes
De acuerdo con la Semovi, las tarifas vigentes para el servicio de transporte en microbuses y vagonetas es de 4 pesos para una distancia de hasta cinco kilómetros. De 5 a 12 kilómetros el costo es de 4.50 y superior a 12 kilómetros es de 5.50 pesos.
En autobuses el costo es de 5 pesos para una distancia de hasta 5 kilómetros y de 6 para las de más de 5 kilómetros.
En corredores concesionados -como Reforma- el costo es de 5.50 pesos para el servicio ordinario y de 6 para el servicio ejecutivo.
La tarifa del servicio de transporte público individual de pasajeros (taxi) es de 8.74 pesos el banderazo en el servicio libre y por cada 250 metros o 45 segundos se cobra 1.07 pesos.
El banderazo en taxis de sitio con base en vía pública es de 13.10 pesos y por cada 250 metros o 45 segundos se cobra 1.30.
El banderazo en radio taxis es de 27.30 pesos y por cada 250 metros o 45 segundos se cobra 1.84 pesos.
