Si durante la campaña presidencial, Donald Trump cuestionó el trabajo de los medios de comunicación más influyentes de Estados Unidos, como presidente les ha declarado la guerra. Mientras el equipo de gobierno piensa en sacar la oficina de prensa de la Casa Blanca, la semana pasada vetaron a periodistas del The New York Times, CNN y Politico para entrar a una conferencia.
Mientras Trump pone en duda la credibilidad del trabajo de miles de periodistas, alaba y respalda a otros de medios tendenciosos. El más conocido, Fox News, tradicionalmente republicano. Justamente fueron ellos quienes publicaron los resultados de una encuesta realizada a mediados de febrero, en la que aseguran que la gente confía más en Trump (45 por ciento) que en los reporteros (42 por ciento) como fuente de verdad.
