Decenas de miles de rusos, la mayoría jóvenes han tomado las calles de Moscú y de las principales ciudades del país en una gran marcha contra la corrupción para exigir la dimisión del primer ministro Medéved, después de publicar una investigación que lo acusa de encabezar un imperio inmobiliario financiado de forma corrupta.
En medio de un gran despliegue policial ha sido una de las marcha más multitudinarias que se recuerdan en Rusia en los últimos años.