Tras quince horas de votación en los colegios electorales se impuso el Brexit, con un 51.9% frente a un 48.1%. Con esto se hacía efectivo el divorcio de Reino Unido con la Unión Europea a la que pertenecía desde 1973.
El Brexit se marcó fundamentalmente por la división del país con protestas incluidas. Con su aprobación se pronosticaba una etapa de incertidumbre para los mercados, ya que esta separación con Europa supuso una caída comercial por encima del 12%.