El terrorismo volvió a golpear hoy con saña a Rusia con un atentado con bomba en el metro de San Petersburgo, que causó al menos diez muertos y decenas de heridos, justo cuando el presidente ruso, Vladímir Putin, se encontraba en la ciudad.
Según el Ministerio de Sanidad, siete personas murieron en el acto, otra en ambulancia y dos más ya en el hospital, mientras seis de los heridos se encuentran en estado grave debido a heridas de metralla y quemaduras.
El atentado ocurrió poco antes de las 15:00 hora local (12:00 GMT) del lunes, en una jornada en la que se reanudaba el curso escolar tras las vacaciones primaverales en Rusia.