El cohete Larga Marcha-7 Y2 que llevaba a la nave Tianzhou 1, despegó sin problemas desde el Centro Espacial de Wenchang (en la isla suroriental de Hainan), dando inicio a una misión de cinco meses de duración.
El desarrollo de un carguero espacial es imprescindible para el objetivo chino de tener en órbita una estación espacial propia, cuyo primer módulo será puesto en el espacio en 2019 (un año después de lo previsto inicialmente) y que se espera concluir para 2022.
Durante su misión, la nave Tianzhou 1 ensayará tres tipos diferentes de acoplamientos con el laboratorio espacial chino, al que llevará además combustible para mantenerse en órbita, así como equipos científicos y técnicos.