México es un país de polaridades. Se nota hasta en la basura: hay hogares que no ven qué sucede con los desperdicios después de salir de su espacio… y hay otros, los más, quienes conviven todo el tiempo con ellos.
También hay un segmento de personas, aún muy pequeño, quienes buscan los medios para tratar estos residuos y darles el fin conveniente: separarlos, reciclarlos, que se depositen en los vertederos adecuados. Aún es un grupo minoritario de gobiernos y ciudadanos.
¿Te imaginas la titánica tarea que implicaría, todos los días, estacionar aproximadamente ciento dos mil veinticuatro automóviles? Bueno, pues eso es lo que más o menos hay que hacer con la basura que producimos.
En México, cada día se generan poco más de 102 millones de kilogramos de basura, la cual es generada en las casas, en los establecimientos y en la vía pública, derivados de los productos que consumimos y sus empaques. En promedio, casi un kilogramo por persona.
¡Y va a peor! Las estimaciones proyectan que, para el 2025, la producción de residuos en el mundo será de casi un kilo y medio por persona.
El Banco Mundial también nos dice que son las naciones de pequeñas islas las que producen mayor cantidad de basura por persona en el planeta. Los datos ahogan: Trinidad y Tobago genera 14.5 kilos de basura diaria por persona; Antigua y Barbuda, 5.5 kilos; Sri Lanka, poco más de 5 kilos. Tremendo.
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En nuestro país, los estados que acopian más residuos por persona son el Distrito Federal con casi 2 kilogramos por persona. Le siguen Nayarit, Quintana Roo, Baja California Sur y Sinaloa. Ya se ve que en las playas, qué tristeza, se genera mucha basura (Cfr. Inegi).
La mayor parte de los mexicanos, casi el 80%, entrega la basura al camión que la recolecta a domicilio. Todavía, 1 de cada 10 la quema… lo cual también contamina el medio ambiente con sustancias químicas dañinas. 6.5% de las viviendas deposita la basura en los contenedores adecuados. Así, sólo dos mil 750 toneladas de basura orgánica y seis mil de inorgánica se envían a tratamiento. Lo demás, queda en depósitos contaminantes.
Mientras que en nuestro país se recicla el 5% del desperdicio, hay países como Canadá que recicla el 24%, Estados Unidos el 35% o Alemania, que ha demostrado que el 65% de sus desperdicios se convirtieron en abono (El País, 2017).
Ya sabemos que una de las principales causas del deterioro ambiental de nuestro mundo es el consumismo de estas últimas generaciones. Se entiende claramente que requerimos satisfacer nuestras necesidades, pero las cantidades exorbitantes y la calidad de los materiales utilizados hace que estemos poniendo en riesgo el Medio Ambiente.