En la Ciudad de México únicamente el 50% de los autos particulares cuenta con póliza de seguro, esto, a pesar de que desde el 2016, la Ley de Movilidad obliga a los dueños a contratar al menos responsabilidad civil o cobertura de daños a terceros.
A casi un año y medio de que entró en vigor la medida, no se registra avance en las contrataciones, pues cuando se implementó se hablaba de que uno de cada dos vehículos de la ciudad contaban con cobertura en caso de un accidente.
De acuerdo con Luis Alvarez, Director de Daños y Autos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), el avance continua lento aunque se busca que la cultura de prevención ecrezca.
“El panorama ha venido cambiando poco a poco, aunque no ha avanzado demasiado pues cuando salió el nuevo Reglamento de Tránsito las cifras también estaban abajo del 46 o 47% y han subido un poco”, dijo.
Explicó que uno de los motivos que han identificado es que la gente cree que contratar un seguro es un lujo o un gasto, cuando en realidad se trata de un elemento para salvaguardar su patrimonio. En el caso de la póliza obligatoria de protección a víctimas, mencionó que su importancia radica en que el seguro no es para la persona que conduce el auto, sino para hacer frente a los gastos que se generen por un percance.
“Quien genera un daño tiene la obligación de resarcir y reparar todos los gastos médicos con o sin seguro, si no tienes, el accidente vial puede generar una pobreza para la víctima como para el responsable. Ahora si no tiene los recursos para hacer frente a los gastos del accidente puede terminar privado de su libertad ,pero que pasa del lado de la víctima”.
Otra complicación
En entrevista con Publimetro, advirtió, que a diario miles autos del Estado de México circulan en la capital y provocan situaciones de tránsito;no obstante, menos del 25% del parque vehicular de esta entidad cuenta con algún seguro, lo que puede generar una afectación grave a los automovilistas que tienen todo en orden y para sí mismos.
De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema), cuatro de cada 10 vehículos en avenidas capitalinas son mexiquenses, cifra que cobra sentido, pues según estadísticas nacionales del sector asegurador, alrededor de 800 mil accidentes en donde resultan afectados terceros, los montos de atención médica es más elevada.
“Hay que hacer una labor muy fuerte para modernizar la Ley de Movilidad, la vigente es una ley marco que solamente trae ciertos lineamientos muy generales, pero consideramos que el Edomex debería de adoptar, ya sea parte de la reglamentación de la Ley de la CDMX o la de Jalisco, que son bastantes modernas y que tienen bien definidos los conceptos de los seguros obligatorios, pues Edomex todavía están en pañales en esa situación”, dijo.
El Avance
Alvarez, resaltó el hecho de que ya se solicite la carátula de la póliza con los documentos de rutina en operativos como el alcoholímetro, para sacar autos del corralón y que se imponga multa que va de 20 a 40 unidades de cuenta a quien no lo tenga.
“Aunque sea obligatorio en el papel si no ejercen multas nunca pasa nada. Aquí en la CDMX ya solicitan junto con la licencia la póliza de seguros, tiene unos meses que comenzó a fiscalizar este tipo de documentos y a que haya cada vez más pólizas de seguro en el DF”, apuntó.
Póliza, más que una obligación
Los hechos de tránsito son la primera causa de muerte en personas de 15 y 29 a nivel mundial.
En México, de acuerdo a datos de la Conapra 400 mil personas fueron víctimas de accidentes viales resultaron en 2013.
La mínima protección que debería considerarse como suma asegurada es de 300 mil pesos de protección, que son las más comunes todas las compañías por ley tienen un producto estandarizado que es básico y cubre daños a terceros por 280 mil pesos.
De acuerdo con la AMIS el costo promedio de los accidentes viales con daños a terceros oscilan entre los 25 y los 30 mil pesos.
La confiabilidad
La AMIS recomienda que antes de contratar una póliza verifique en el portal de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, el listado de todas las compañías inscritas en dicho órgano, así como los tipos de cobertura y lo que éstas implican. Lo anterior para evitar fraudes, pues las aseguradoras debidamente constituidas están dadas de alta ante la Secretaria de Hacienda, además cuentan con supervisión de la misma.
