En plena madrugada, las enormes llamas devoraron por completo un edifico residencial de 24 plantas al oeste de Londres, el edificio es habitado por unas 200 personas.
Algunos testigos aseguraron que se escuchaban gritos desde el interior pidiendo ayuda. Algunos escaparon atando sábanas entre sí a modo de cuerda. El fuego perduró por varias horas.