El encarcelado disidente chino Liu Xiaobo, ganador del Nobel de la Paz, fue trasladado a un hospital después de que se le diagnosticara un cáncer de hígado en fase tardía, indicó el lunes su exabogado.
Liu, de 61 años, se encontraba estable en un hospital en la localidad nororiental de Shenyang, según dijo a The Associated Press el abogado Mo Shaoping. El disidente recibió su diagnóstico el 23 de mayo y las autoridades penitenciarias le concedieron el permiso médico, señaló Mo.
Liu, el preso político más conocido de China, fue sentenciado a 11 años de prisión tras su condena de 2009 por incitación a la subversión contra el estado, por escribir y distribuir Charter’08, un documento que pedía democracia.
Al año siguiente, el comité del Nobel en Noruega le concedió el Nobel de la Paz, una decisión que causó un gran malestar en el gobierno chino. Beijing normalizó el pasado abril sus relaciones con Oslo tras seis años.
En un primer momento no estaba claro si Liu podía recibir visitas en el Hospital Número 1 afiliado a la China Medical University de Shenyang. Mo dijo creer que la esposa del reo, Liu Xia, había viajado a la ciudad.
Geng Shuang, portavoz del Ministerio chino de Exteriores, dijo el lunes que no estaba al tanto de las últimas novedades sobre el caso de Liu.
Las noticias sobre la enfermedad de Liu conmocionaron y entristecieron a otros activistas de derechos humanos en China.
“Se sabe que Liu Xiaobo y su familia han hecho un sacrificio tremendo por la causa de la libertad y la democracia en China”, dijo el académico legal Zhang Xuezhong, afincado en Shangai. “Estas son noticias desafortunadas para él y su familia, y son un golpe para el movimiento democrático chino, ya que tanta gente ha depositado sus esperanzas en él”.
Zhang dijo que no debían ahorrarse esfuerzos para atender a Liu y que su familia debía ser plenamente informada sobre los planes de tratamiento.
Guo Yuhua, profesora de sociología en la destacada Universidad Tsinghua en Beijing, expresó su indignación por la noticia. “Los que tienen conciencia han dado muchísimo por este país, y sin embargo son perseguidos por el gobierno totalitario”, dijo a AP. “Los que han hecho el mal rendirán cuentas tarde o temprano y pasarán a la historia para ser despreciados por siempre”.
La profesor instó al gobierno en Beijing ha proporcionar el mejor tratamiento médico para Liu y a facilitar sus traslados si él y su familia desean buscar atención médica fuera de China. “La vida y la dignidad deben ser lo primero y más importante en este caso”, dijo Guo.
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