El Caballito volvió a lucir este miércoles, y para evitar futuros daños, se creó un manual con los lineamientos de atención, mantenimiento y conservación.
El documento fue elaborado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), encargado de la restauración de la pieza de Manuel Tolsá.
El objetivo es evitar que en un futuro se vuelva a dañar la escultura ecuestre de Carlos IV, que, de acuerdo con el INAH, tiene 214 años de antigüedad.
EN CONTEXTO
En septiembre de 2013 una empresa particular intentó restaurar la obra a petición del Gobierno de la Ciudad, pero aplicó ácido nítrico, lo que dañó 45% de la superficie.
El INAH, con 7.1 millones de pesos aportados por el Fideicomiso del Centro Histórico, elaboró un diagnóstico de la pieza de mayo a octubre de 2016.
De dicho diagnóstico se derivaron las acciones de intervención, que se extendieron de noviembre del año pasado a junio de 2017.
Como parte de la entrega de la obra, se instaló un proyecto temporal de iluminación de la Plaza Manuel Tolsá, donde se encuentra la escultura ecuestre, así como el Museo Nacional de Arte, el Palacio de Minería y a unos metros el Palacio Postal.
En la develación de la escultura estuvo presente el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, el director del INAH, Diego Prieto, así como la secretaria de Cultura, María Cepeda, y el grupo de restauradores del Instituto.