Que la relación de Trump es mala con la prensa quedó claro desde el primer día, cuando mandó callar a un periodista de la CNN en plena pregunta. Sus gestos hostiles han sido constantes, ha dicho que dan asco y que no hacen más que mentir a través de su cuenta de Twitter.
Pero su último arrebato jamás se esperaba de un presidente. En dos tuits llamó «loca» y de bajo cociente intelectual a una periodista, y a él lo tacha de psicopata.