El Contralor General de la Ciudad de México, Eduardo Rovelo Pico, dio a conocer que en lo que va de la presente administración, han sido sancionados casi siete mil servidores públicos, 800 de ellos este año.
“No existe en ninguna otra administración capitalina una cifra similar y tampoco puede compararse con la de ningún otra entidad”, destacó en entrevista con Notimex, y añadió que las sanciones han incluido la inhabilitación de dos secretarios del gabinete y directores generales.
Ello, precisó, no significa que los servidores públicos no impugnen o hagan sus defensas, pero las sanciones a las faltas administrativas han derivado en sanciones fuertes, como las referidas.
En la historia de la administración pública, expuso, se ha identificado que existen problemas, porque quien utiliza esos recursos son seres humanos; quienes participan para obtenerlos también, y hay intereses de todos conocidos para desviarlos y favorecer intereses particulares o personales en temas que son públicos.
Rovelo Pico indicó que la Contraloría, que fiscaliza 25% del presupuesto, tiene en su espíritu la prevención y no la sanción. Asentó que la actual administración se ha caracterizados por llevar dos rutas, una de ellas es la prevención, que es su eje centralísimo, y el de la reacción o del castigo.
En la Ciudad de México, refirió el funcionario, se han innovado buenas prácticas que se tienen que decir y que han sido reconocidos por instancias internacionales como la Organización de las Naciones Unidas. Se refirió en primer lugar al ingreso al servicio público, en el que se ha desarrollado una política conocida como Evaluación Preventiva Integral.
Así, la Contraloría capitalina tiene a su cargo un área que evalúa el ingreso de cualquier servidor público.
“Las personas que pretenden entrar al servicio público deben cumplir ciertas condiciones, sobre todo de honestidad, profesionalismo e integridad. Que sea quien dice ser y que tenga las capacidades que dice tener”, enfatizó.
Otra herramienta tiene que ver con la certificación en competencias de todos los contralores. «Supimos que el contralor que ve un área determinada tiene la competencia para hacerlo y, sin menoscabar a un veterinario, no creo que sea el adecuado para fiscalizar obras».
“Hemos ido evaluando a los contralores; algunos se han quedado en el camino. Otros han obtenido ese grado, esa certificación que en conjunto con la Escuela de administración Pública hemos dado”, expuso.
En materia de fiscalización, expuso, hemos salido a que la ciudadanía conozca su Contraloría. Ya no es ese edificio blindado que quién sabe qué haga.
Lo que hemos hecho nosotros es salir a las áreas de trámites y servicios, ponernos a las órdenes de la ciudadanía para que sepan quiénes somos y qué estamos haciendo.
Hemos podido detener en flagrancia a malos servidores públicos. Los hemos puesto a disposición de la autoridad; algunos están en procesos penales, judiciales, más allá del Ministerio Público en temas sensibles que le duelen a la ciudadanía, tales como hospitales, panteones, licencias.
Se han dado resultados por la parte de la fiscalización. Hemos aumentado en mucho nuestras auditorias y hemos aumentado mucho el recuperar penas convencionales; es decir, aquellas empresas que se comprometen a dar un servicio y no lo realizan, les hemos cobrado.
Es un ingreso que llega a las arcas del gobierno de la ciudad; se llaman penas convencionales. En el tema de responsabilidades, mencionó, es un eje fundamental hacer públicas las declaraciones patrimoniales. «Hemos abonado con la 3de3, una iniciativa ciudadana. Todo su gabinete legal y ampliado se subió a ella».
En el tema de responsabilidades, mencionó, es un eje fundamental hacer públicas las declaraciones patrimoniales. «Hemos abonado con la 3de3, una iniciativa ciudadana.
Todo su gabinete legal y ampliado se subió a ella». Adicionalmente, nosotros, con nuestros formatos y atribuciones, obtuvimos más de 27 mil declaraciones de la denominada «3de3», abundó Rovelo Pico.
En el portal aparece todo aquello que se puede hacer público, dijo, porque aunque existe la obligación a informar, «también se tiene el derecho a que se te resguarde tu información, porque antes de ser servidor público eres ser humano».
La tendencia, sin duda alguna, es la información, la transparencia, la democracia, la gobernanza, la estabilidad. Esa es la aspiración de todo Estado, concluyó el contralor.
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