El primer ministro de Taiwán tuvo que salir escoltado del lugar para evitar ser herido, luego de que una batalla campal se desatara en pleno parlamento taiwanés.
El caos se armó cuando el grupo nacionalista protestó por el presupuesto de una partida estatal. Fue entonces que el pleno se volvió un cuadrilátero donde los puñetazos y sillas voladoras abundaban, incluso se aventaron globos de agua.