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Ni el terremoto cimbró a tres michoacanos en la Basílica de Guadalupe

Alicia Hernández y sus nietos relataron como vivieron el sismo en la CDMX, a donde viajaron más de seis horas desde el municipio de Cherán para cumplir una promesa a la Virgen de Guadalupe

Seis horas de viaje, la falta de dinero y el terremoto pusieron a prueba la fe de una familia proveniente del municipio michoacano de Cherán. El martes pasado el movimiento telúrico los cimbró al estar pisando el atrio de la Basílica de Guadalupe.

El objetivo era cumplir una manda. Alicia Hernández García de 64 años de edad viajó a la Ciudad de México con dos nietos para saldar una promesa que le hizo a Dios: dar gracias a la Virgen de Guadalupe por salir avante de una enfermedad que le aquejaba desde hace años.

A lado de sus dos menores, Alicia se resguardó al exterior del recinto católico cuando el sismo hizo vibrar el suelo y sonar las campanas de las iglesias. Sólo le pidió a Dios que no le pasará nada a su familia ni a ella «en tierra ajena».

“Nos espantamos, estuvo muy recio el terremoto, después de dos horas nos regresamos al Zócalo. Ahí cerca rentamos un cuarto en un hotel. Quisimos regresarnos a Cherán, pero ya no había viajes, y ya no teníamos dinero, por eso decidimos irnos a dormir a un albergue”, relató a Publimetro.

Aseguró que el movimiento telúrico fue una prueba más de Dios, y que sirvió para unir a decenas de familias ante la desgracia y la adversidad en tiempos donde la fe y la religión cada vez son más difíciles de encontrar en las personas.

Con sólo 50 pesos en la bolsa, la señora Hernández pernoctará una noche más en un albergue instalado a un costado de la delegación Cuauhtémoc, junto a sus dos nietos de cuatro y cinco años de edad.

Se dijo agradecida no solamente por salir ilesa de un fenómeno de tal magnitud, sino también de la hospitalidad de la gente que le ha brindado en todo momento agua, café y comida.

Con un par de colchonetas azules y dos cobijas, la familia Hernández García saludó y dio bendición a todo aquel que llegó al albergue: hombres, niños, mujeres, ancianos y hasta mascotas recibieron la sonrisa de los tres habitantes de Cherán.

Datos:

La señora Alicia Hernández y sus dos nietos viajaron desde Michoacán  a la Ciudad de México para cumplir una manda religiosa.

La oriunda del municipio de Cherán afirmó que este tipo de situaciones ayudaron a derribar la apatía que existía en la ciudadanía.

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