“No nos dejen solos”, clama multifamiliar de Tlalpan

Lejos de ver el fin de la tragedia, para Edson se abre un segundo capítulo en esta historia que jamás pensó vivir: el futuro de su patrimonio tras el terremoto del 19 de septiembre.

Desde que el sismo magnitud 7.2 sacudió la Ciudad de México, él y sus padres no han podido regresar a su departamento en el edificio 3B del multifamiliar de Tlalpan.

Nunca pensó vivir a la intemperie, pero lleva ya ocho días haciéndolo, en una casa de campaña -que les donaron- sobre la Calzada de Tlalpan, entre frío, lluvia, hormigas y hasta ratas, cuenta.

En el multifamiliar de Tlalpan el tiempo se congeló: la ropa quedó colgada de los balcones, puertas y ventanas están cerradas, por las noches es más notoria la ausencia de habitantes.

La unidad se inauguró en 1957, tras el terremoto de aquel año y, paradójicamente, otro sismo le vino a abrir una herida, pues el sismo del 19-S tiró uno de los 10 edificios y dejó al resto con daños.

Edson Hernández, quien ha vivido ahí por 32 años, precisa que, “por fuera no se ve nada, pero por dentro (del edificio 3B) está muy dañado”.

Tal daño ha impedido que se les permita ingresar por ropa, documentos y algunas pertenencias básicas, contrario al resto de los edificios, donde sí han podido entrar.

“Somos el único edificio que no hemos sacado muchas cosas porque está muy dañado. Está catalogado como foco rojo, que implica demolición”, dice sin poder esconder su preocupación.

El departamento donde vivían es propiedad de su madre y ahora no saben qué ocurrirá con él; Edson prefiere que el edificio se tire y se construya uno nuevo, pero no quiere adquirir deudas que no tenían.

“No vamos a vivir en un edificio que sea un Frankenstein porque no es seguro para nosotros. Que se tire y se levante uno nuevo, pero no queremos adquirir deudas que no teníamos”, apunta.

Indica que muchas personas ya han terminado de pagar sus departamentos y muchas también son ya adultos mayores que viven de su pensión, por lo que les sería casi imposible adquirir un crédito.

Sabe que el segundo capítulo de esta historia apenas comienza y será largo: “esto no va a ser por tres meses, si tiran el edificio ¿qué vamos a hacer si es un año o dos?”.

Por ello dijo que la ayuda de tres mil pesos mensuales que ofreció el Gobierno de la Ciudad de México para que personas cuyo patrimonio se dañó no sea por tres meses, sino por el tiempo que dure la reposición de sus viviendas.

“Es una tristeza ver la unidad así. Es algo que sientes melancolía, aquí se queda el pasado y no sabemos cuándo vamos a regresar a nuestros hogares”, se sincera.

Aunque agradecido por toda la ayuda social que se desbordó desde el momento mismo del derrumbe hasta días posteriores, Edson es consciente también de que el apoyo podría disminuir más adelante.

La Calzada de Tlalpan tendrá que ser reabierta cuando se termine con la remoción de escombros, advierte, y clama: “no nos dejen solos, no dejen solas a las 500 familias del multifamiliar Tlalpan, que nos ayuden porque no sabemos qué va a pasar con nosotros”.