Todos los tequilas dicen ser los mejores, pero eso no puede ser cierto. Sobre todo en el mismísimo pueblo de Tequila, en el estado de Jalisco. “El mejor de los mejores, entre los tres mejores del mundo”, y muchas otras faramallas aparecen entre las abundantes destilerías del pueblo mágico.
Si bien este pequeño lugar, situado a menos de una hora en auto de Guadalajara (a 68 km), es la cuna original del célebre tequila mexicano, sus bebidas son de calidades dispares. Hay algunas excelentes y sublimes, otras de esas que se “dejan tomar”, y algunas que solamente funcionan para coctelería, y por último otras que ni siquiera merecen ser mencionadas. Pero el tequila se disfruta mejor solo. “Es la única manera de distinguir todos sus matices”, señala nuestra guía dentro de la tequilera Orendain.
En esta destilería, llamada La Mexicana, aún en manos de la mismísima familia Orendain, y propietaria de cuatro destacadas marcas de tequila (Gran Orendain, Ollitas, Cantinero y Orendain, además de otros atractivos licores), han mantenido las tradiciones en pos del sabor de un producto ancestral, mientras el resto de sus pares, han sucumbido ante las inversiones extranjeras y la tecnología en los procesos (algo que no en todos los casos ha sido negativo).
Pero, ¿es posible mantener las tradiciones de la elaboración tequilera sin dejar de competir en un mercado cada vez más exigente? Orendain ha demostrado que sí lo es. Su producto estrella, el Gran Orendain Blanco ha ganado los premios Gran Oro del concurso mundial de Bruselas en 2015 y del San Francisco Spirits Competition 2016.
Las claves del tequila Orendain
Dentro de La Mexicana, nos enseñan algunas de las claves que hacen de Orendain uno de los mejores tequilas de la actualidad: “Las piñas de agave azul, cuando son cortadas, deben ser cocidas a vapor, y nosotros lo hacemos en un horno de piedra, lo que influye notablemente en el sabor”.
100% agave azul. La famosa etiqueta, realmente señala que el producto fue elaborado solamente con los derivados de la planta, tanto su jugo, como la levadura para la fermentación y el azúcar. Es decir, no se ocupa ningún material externo para endulzar o adulterar el tequila. Esto resulta en un producto con una estándar de calidad que marca una diferencia. Por eso hay que buscar esta leyenda al comprar un tequila.
Clave número tres. Si bien para ser tequila, se exige un porcentaje de 51% de agave y 49% de otros azúcares para los tequilas de menor calidad; pues, en Orendain, sin fanfarronear al respecto, confiesan: “usualmente usamos entre un 60% y 70% de agave en nuestros tequila blanco y reposado extra”, explica Carlos Shorago, director de marketing de Tequila Orendain. Así que si quieren un tequila sencillo, pero bueno y amable, ya saben por dónde pueden ir sin riesgo.
