La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) elevó su pronóstico de crecimiento de la economía mexicana para 2017 y 2018.
Anticipó que México tendrá expansión de 2.4% del Producto Interno Bruto (PIB) al cierre de este; cifra superior a la tasa de 1.9% prevista en junio pasado.
Informó que en 2018 el país alcanzará una expansión económica de 2.2% del PIB; en lugar del 2% que había estimado hace cinco meses.
Mientras que para 2019 la OCDE espera un repunte parcial en la actividad productiva nacional; que se concretará en una tasa de crecimiento de 2.3%.
Lo anterior, apuntó , a pesar de la incertidumbre provocada por la renegociación del TLCAN; y las políticas restrictivas de Estados Unidos en materia económica y comercial.
Sin embargo alertó, la falta de acuerdos en la renovación de dicho tratado retrasaría la llegada de inversiones a México; además de que afectaría los avances de las reformas estructurales.
Reconstrucción por sismos impulsa a México
A través del reporte Perspectivas de la Economía Mundial, correspondiente a noviembre, la OCDE destacó que México crecerá más de 2% el próximo año, gracias a los efectos positivos que traerá la reconstrucción de las zonas afectadas por los sismos de septiembre pasado.
Además, apuntó, se espera que las reformas estructurales recientes y las licitaciones exitosas de campos petroleros impulsen la inversión privada.
El organismo explicó que la economía de México experimenta un proceso de reequilibrio; impulsado por una mayor contribución de las exportaciones al desarrollo nacional.
Señaló que los efectos de esta última tendencia compensarán la desaceleración del consumo privado; causada por la pérdida del poder adquisitivo de las familias ante el aumento de la inflación, que se mantiene por arriba de 6%.
Recomendaciones de la OCDE
Para impulsar el crecimiento de la economía mexicana, frente al entorno descrito, la OCDE recomendó a México:
- La implementación completa de las reformas estructurales.
- Garantizar la eficiencia del sistema judicial.
- Reducir los niveles de corrupción.
- Y elevar la calidad de la educación.