“Una ley que permita a los militares estar en las calles, es continuar con la impunidad en el asesinato de mi hijo”, es la frase con la que Alicia Rabadán, Jorge Parra y Héctor Sánchez, cuyos hijos fueron privados de su libertad y ejecutados por elementos castrenses, hacen una llamado a frenar la aprobación de la Ley de Seguridad Interior que se discute en el Senado.
A la campaña #SeguridadSinGuerra se unen decenas de organizaciones civiles, activistas, expertos en seguridad, artistas, escritores y víctimas de violaciones a sus derechos humanos por parte del Ejército.
A través de la página de internet #SeguridadSinGuerra se puede enviar un correo electrónico a los 128 senadores que discuten dicha ley para exhortarlos a votar en contra, además de ofrecer información sobre lo que implica que se apruebe:
- Legalizar la intervención de los militares en tareas que corresponden a autoridades civiles.
- Crear un marco de operación militar sin rendición de cuentas o transparencia
- Empoderar al Presidente y a las Fuerzas Armadas.
- Debilitar los contrapesos legislativos y judiciales para vigilar y controlar la ejecución de dichas tareas.
También rememora casos como el de Tlatlaya, Estado de México, en 2014 cuando se ejecutaron al menos 12 personas extrajudicialmente; Ostula en Michoacán y Calera en Zacatecas en 2015, donde se registraron una y siete ejecuciones, respectivamente; y Palmarito, Puebla, donde el 3 de mayo de este año fue ejecutada una persona por parte de elementos del Ejército.
«Seguir dependiendo de las Fuerzas Armadas no va a fortalecer nuestras instituciones de seguridad pública; coadyuvará al desgaste de dos de las instituciones más importantes del país: el Ejército y la Marina; perpetuará la grave crisis institucional por la que atravesamos, y sólo contribuirá a que la Federación y los estados sigan incumpliendo con lo estipulado en la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el SIDEPOL y los acuerdos del Consejo Nacional», asegura la campaña.
Aquí puedes escuchar las voces de los expertos, los relatos de las víctimas, así como los firmantes, dentro de los que figuran Denisse Dresser, Genaro Lozano, Javier Sicilia, Jesus Robles Malos, Irene Azuela y León Larregui, entre muchos otros.
