En 2017 murieron 65 periodistas en el mundo a causa de su profesión, lo que representa un 18% menos que el año anterior. México siguió siendo uno de los países más peligrosos para los informadores, el más peligroso, si se excluye los que están en guerra, según Reporteros Sin Fronteras.
En su informe anual sobre las exacciones contra los profesionales de la información publicado este martes, RSF señala que si se cuentan únicamente los periodistas profesionales, el número de muertos en 2017 (50) fue el más bajo desde hace 14 años.
Una tendencia a la baja que RSF explica en parte por «la creciente toma de conciencia sobre la necesidad de proteger mejor a los periodistas y la multiplicación de las campañas por las organizaciones internacionales y por los mismos medios».
También porque algunos países «considerados demasiado peligrosos» se han vaciado de informadores, como ocurre con Siria, Irak, Yemen o Libia.
En cualquier caso, como viene ocurriendo en los últimos seis años, Siria repitió en 2017 como el país más mortífero para los periodistas, con 12, seguido muy de cerca por México (11), «el país en paz más peligroso del mundo para los reporteros«.
Las amenazas en México contra los periodistas son sistémicas: RSF
«En el país de los cárteles de la droga -subraya RSF refiriéndose a México-, los periodistas que se ocupan de la corrupción de la clase política o del crimen organizado son casi sistemáticamente señalados, amenazados o incluso ejecutados a sangre fría».
El secretario general, Christophe Deloire, denuncia que «investigar en ciertos países se está haciendo tan peligroso como cubrir un conflicto. Esta situación alarmante recuerda la necesidad de protegerlos más».
Los países más peligrosos para ejercer el periodismo
- Siria, 12 periodistas asesinados
- México, 11 comunicadores asesinados
- Afganistán, 9 periodistas asesinados
- Irak, 8 comunicadores asesinados
- Filipinas, 4 periodistas asesinados
Del total de 65 informadores que murieron en el ejercicio de su oficio, un 60% fueron directamente asesinados, mientras el 40% fueron «víctimas colaterales» del contexto en que se movían, en particular en bombardeos y atentados.
En 2017, se observó la duplicación de mujeres comunicadoras fallecidas (10 en lugar de 5 el ejercicio precedente), en su mayor parte implicadas en investigaciones.
Horas después de la publicación de este informe se dio a conocer el asesinato del periodista Gumaro Pérez, en Veracruz. Había denunciado amenazas de muerte.
