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Como todo trabajador, el presidente Enrique Peña Nieto cuenta con días de asueto para descansar de sus actividades públicas.
Sin embargo, a diferencia de cualquier mexicano, el mandatario no puede salir de viaje por placer a alguna ciudad en el extranjero.
El mandatario suele irse a descansar a algunos de los destinos nacionales porque para ausentarse del país necesita avisar al Senado de la República.
«El Presidente de la República podrá ausentarse del territorio nacional hasta por siete días, informando previamente de los motivos de la ausencia a la Cámara de Senadores o a la Comisión Permanente en su caso, así como de los resultados de las gestiones realizadas. En ausencias mayores a siete días, se requerirá permiso de la Cámara de Senadores o de la Comisión Permanente», señala el artículo 88º de la Constitución.
El hecho de que un mandatario se ausente de territorio nacional por recreación supone una falta a sus labores ya que, aunque está de vacaciones. se mantiene al pendiente del país a través de las instituciones de gobierno.
Asimismo, por seguridad el mandatario descansa en lugares donde las Fuerzas Armadas y el Estado Mayor Presidencial tengan injerencia, por lo que salir del país es también una falta a este principio.
Por último, el costo de una salida internacional representa un alto gasto al erario público debido a la movilización del Estado Mayor Presidencial, familiares y demás personas que acompañan al mandatario.
De acuerdo al diario Reforma, tan sólo una gira presidencial a tierras latinoamericanas de tres días cuesta de 1.4 a 1.6 millones de pesos mientras que a Europa puede costar de 2.5 a 6 millones de pesos.
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