La Procuraduría General de la República (PGR) teme que Elba Esther Gordillo escape de su prisión domiciliaria a través de un edificio contiguo al suyo ubicado en la zona de Polanco en la Ciudad de México.
Derivado de esta sospecha, la Procuraduría limitó las llamadas y visitas al departamento de la ex lideresa sindical e insiste en que se le vuelva a colocar el brazalete electrónico para su localización.
De acuerdo al fiscal José Francisco Miguel López, Elba Esther Gordillo pudiera estar abandonando o abandonar el domicilio autorizado para llevar a cabo la prisión domiciliaria.
La petición de restricción para el acceso al departamento de Gordillo señala que las visitas han sido prepotentes y algunos días se juntan hasta 1o personas, lo que lo ha convertido en una oficina de despacho.
«Dicha eventualidad trae como consecuencia que no se tenga un conocimiento objetivo respecto de las comunicaciones y temas que se entablan con las personas que visitan a la hoy procesada y que en ocasiones llegan a visitarla más de una decena de personas diariamente», agregó López.
El fiscal argumentó que la ex representante del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) aún tiene influencia moral y puede desestabilizar la paz y seguridad del Estado Mexicano.
«La procesada fungió como presidenta del SNTE, posición que implicó una relevancia y trascendencia social significativa en las personas sobre las cuales ejerce autoridad moral, por lo que el uso desmedido de medios de comunicación, que tiene a su alcance, evidentemente podría desestabilizar la paz y seguridad del Estado Mexicano», destacó la PGR.
Aunque la maestra está vigilada las 24 horas, no hay forma de observar de manera directa y permanente el interior del departamento confinado para su prisión domiciliaria.
Por lo tanto, Elba Esther tendrá que dar una lista de sus visitantes más asiduos con sus identificaciones oficiales o se cancelarán la visitas temporalmente.
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