Italia vivió este sábado, a poco más de una semana para las elecciones del 4 de marzo, una intensa jornada de marchas y concentraciones de antifascistas y fuerzas de ultraderecha, además del mitin del líder de la xenófoba Liga Norte (LN), Matteo Salvini.
Las principales marchas y concentraciones tuvieron lugar en Roma, Milán (norte) y Palermo (sur) y se dan en las horas altas de la campaña y en medio de un debate sobre el posible auge de movimientos xenófobos y de agresiones recíprocas entre ideologías extremas.
Un fenómeno que alcanzó su punto álgido el pasado 3 de febrero, cuando un neofascista tiroteó e hirió a seis inmigrantes en la ciudad de Macerata (centro).
En la capital italiana, en una jornada lluviosa, la Asociación Nacional de Partisanos y otras 20 organizaciones se manifestaron con el lema «Nunca más fascismo, nunca más racismo» y lo hicieron junto a exponentes de partidos de izquierdas, rivales a su vez en los comicios.
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Entre ellos hubo miembros del Gobierno en funciones, como el primer ministro, Paolo Gentiloni, o su correligionario y líder del Partido Demócrata, Matteo Renzi, quien defendió la importancia de asistir al acto, aunque a la primera protesta en Macerata no acudió.