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El nuevo rival de Uber en Australia: una empresa india

La empresa de transporte privado ofrece viajes cortos gratis y tendrá su prueba de fuego en Australia

Ola se convirtió en la principal empresa de transporte privado en India satisfaciendo las necesidades específicas de los clientes indios, que a menudo prefieren pagar en efectivo y subirse a mototaxis baratos de tres llantas para viajes cortos.

Ahora Ola se expandirá en el extranjero por primera vez, en Australia, como una gran prueba para ver si la nueva generación de empresas tecnológicas emergentes de India puede sobrevivir en un país desarrollado.

La empresa inauguró su servicio en la ciudad occidental de Perth el mes pasado. La semana pasada, lo extendió a Sídney. En ambas ciudades, Ola les está ofreciendo viajes gratis a los pasajeros y les está dando a los conductores un mayor porcentaje del pasaje con la esperanza de que haya más autos de Ola en las calles y de atraer a más viajeros para que lo prueben.

Algunos conductores dijeron que ya estaban sugiriéndoles a los pasajeros que utilicen Ola con el fin de que sea un competidor viable de Uber, quien desde hace tiempo ha tenido el dominio del mercado australiano. “Uber en realidad no tiene una gran reputación de dar un trato justo a la gente”, dijo Oliver Ward, de 39 años, un conductor de Uber y Ola en Sídney.

“Es bueno ver algo de competencia nueva”. El traslado de Ola a un país adinerado y desarrollado como Australia, donde las tarifas y las expectativas del cliente son mucho más altas que en India, se trata de una apuesta calculada por parte de la empresa para demostrar que puede ajustar su modelo a las necesidades de los clientes en todo el mundo. India es el hogar de una serie de empresas emergentes en el comercio electrónico, aplicaciones móviles y otros negocios de consumo en internet. Sin embargo, pocas han ido más allá del mercado nacional con éxito.

Zomato, un sitio de reseñas de restaurantes similar a la empresa Yelp de Estados Unidos, se expandió agresivamente en el extranjero hace unos años, sólo para dar marcha atrás y enfocarse en India y en algunos países como los Emiratos Árabes Unidos. Paytm, la principal empresa de pagos digitales de India, ha dirigido sus servicios a inmigrantes indios en Canadá, sobre todo, como un experimento para aprender cómo operar en países desarrollados.

Para Ola, Australia podría ser una oportunidad internacional atractiva. Para empezar, el país ofrece oportunidades de crecimiento. Menos de uno de cada cinco australianos que compran en línea con regularidad usaron un servicio de transporte privado el año pasado, de acuerdo con los datos de una encuesta de junio analizados por eMarketer, una firma de investigación estadounidense.

Además, las tarifas típicas son mucho más altas que en India, lo cual significa que Ola potencialmente podría ganar mucho más dinero por viaje. “Actualmente, en el mercado del transporte privado, no hay verdaderos enemigos”, dijo Satish Meena, un analista de proyecciones de alto rango en Forrester, una firma de investigación tecnológica. “Todos están dispuestos a compartir el pastel”.

Las leyes australianas hacen que generalmente sea fácil establecer un negocio de viajes compartidos. Taxify, una empresa de Estonia, llegó en diciembre. “Le damos la bienvenida a la competencia porque nos mantiene enfocados en ofrecer un mejor servicio”, dijo David Rohrsheim, el gerente general de Uber en Australia y Nueva Zelanda. Los expertos dicen que Uber tiene otro incentivo: Australia tiene severas leyes de trabajo que podrían requerir que la empresa trate a los conductores como empleados que merecen planes de retiro y otros beneficios.

Si sus conductores también trabajan para otros servicios, Uber podría argumentar con mayor facilidad que son trabajadores independientes. Ola está tratando de ganarse a los conductores principalmente con una mejor oferta.

La empresa sólo se queda con el 7.5% de la tarifa, y planea aumentar esa cifra al 15%. Uber retiene del 20 al 25%. Los conductores dijeron que con Ola podrían ganar 50 dólares australianos (39 dólares) por hora en comparación con los 30 dólares australianos por hora que ganan con Uber. “Es una diferencia drástica”, dijo Cheri Gristwood, una conductora de Uber en Perth, quien fue de las primeras en probar Ola.

“Trabajo hasta el cansancio, y con Ola llego a casa con mucho más dinero”. Rohrsheim dijo que Uber había añadido incentivos propios el año pasado, incluyendo tiempo de espera pagado y un botón de “no gracias” que permite que los conductores rechacen hasta tres viajes seguidos. “Uber no es Uber sin socios conductores”, dijo, “y nuestro éxito depende del suyo”.

La comisión menor de Ola ha ayudado a que la empresa contrate a 7 mil conductores hasta el momento. Esa cantidad no se acerca a los casi 82 mil que trabajan para Uber, pero son más del doble de lo que Taxify tenía cuando comenzó en Sídney en diciembre. Taxify no respondió a las peticiones para hacer comentarios. Muchos de los nuevos conductores de Ola ayudan a correr la voz acerca de la empresa.

Cecilia Cornu, una cliente de Ola en Perth, se enteró por primera vez del servicio cuando le preguntó a un conductor de Uber por qué tenía dos celulares. Uno, dijo, era para Ola. “Me dijo que mi viaje habría sido más barato si lo hubiera programado con Ola, pues tenían una promoción de viajes gratis”, comentó. “En cuanto llegué al trabajo”, agregó, “descargué la aplicación de Ola”.

La expansión de Ola en Australia también podría tener una meta estratégica más allá de las tarifas más altas: protección contra una adquisición no deseada. El conglomerado japonés SoftBank es el accionista externo más grande de Ola, y uno de los accionistas más grandes de Uber. También ha invertido en otras empresas de transporte privado en todo el mundo.

Los ejecutivos de SoftBank han dejado claro que les gustaría que las operaciones de Uber en algunos países en vías de desarrollo se fusionen con participantes locales para evitar una masacre competitiva, lo cual permitiría que la empresa se enfoque con más fuerza en los mercados desarrollados y de mayor rentabilidad.

Ola hace poco cambió sus artículos de incorporación para evitar que cualquier gran inversionista los obligue a hacer una venta de la empresa. Bhavish Aggarwal, uno de los fundadores y director ejecutivo de Ola, está ocupado intentado recaudar dinero de otros inversionistas para reducir la influencia de SoftBank en el destino de su empresa. Aggarwal rechazó varias peticiones de entrevista.

“Estamos muy emocionados de lanzar Ola en Australia y ver el inmenso potencial del ecosistema de viajes compartidos en un país que da la bienvenida a la innovación y la nueva tecnología”, dijo mediante una declaración.

A veces, Uber también ha vendido su servicio. Ha abandonado el negocio del transporte privado en China y Rusia, vendiendo sus operaciones en esos países a cambio de participaciones en los competidores locales dominantes.

Meena predijo que Ola y Uber terminarían por alcanzar un acuerdo similar en India y las operaciones australianas de cada empresa quizá estarían incluidas también. Desarrollar un negocio robusto en Australia le daría a Ola una ventaja en las negociaciones. “Todos quieren obtener participación en el mercado”, dijo, “y después llegar a un acuerdo con Uber”.

Dato:

39 dólares por hora es a lo que aspiran los choferes en Ola, nueve más que lo que ganan actualmente.

 

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