El consumo de sustancias ilegales en adolescentes se duplicó al pasar de 2.9% en 2011, a 6.2 en 2016, aseguró la presidenta de la Comisión Especial de Salud Mental y Drogas, María García Pérez del PAN.
Durante el Foro “Mujeres hablando de adicciones en mujeres” señaló que el uso de sustancias adictivas tiene especial complejidad entre este sector poblacional, pues conlleva una carga de vergüenza y culpa, miedo al rechazo, represalias y violencia de la familia, falta de apoyo y riesgo de perder a la pareja y a los hijos.
Añadió que existen obstáculos para el tratamiento y rehabilitación, como estigmatización, problemas económicos, culturales, discriminación y rechazo social.
“Existe una seria carencia de oportunidades para su recuperación, faltan centros especializados, horarios flexibles y programas terapéuticos adecuados a las necesidades de las usuarias, sobre todo si se trata de mujeres embarazadas o madres de familia”.
Por ello, llamó a reflexionar sobre la dimensión del problema, que es cada vez más frecuente, y la necesidad de contar con políticas públicas efectivas con enfoque de género y que las instituciones de salud deben proveer los servicios igual que se ofrecen a hombres.
En tanto, la directora general técnica del Consejo Nacional contra las Adicciones, María José Martínez, afirmó que en los últimos años, el consumo de alcohol y otras drogas se ha incrementado principalmente en mujeres adultas y adolescentes, con prevalencias de consumo similares a las de los varones; 3.4% de los varones adolescentes consumen drogas ilegales, frente a un 2.3 mujeres en el mismo rango de edad.
En términos de alcoholismo, de 2011 a 2016 aumentó 60%; el incremento en el segmento femenino fue de 151%, al pasar de 4.1 a 10.3%; respecto a los adolescentes en general.
En cuanto a las drogas ilegales, el uso en la población de entre 12 y 65 años de edad aumentó 80 por ciento entre 2011 y 2016; de 1.5 por ciento se elevó a 2.7; en mujeres en este rango de edad creció el 175 por ciento. Entre adolescentes de entre 12-17 años, se incrementó 93 por ciento; en las jóvenes de este rango de edad aumentó 155 por ciento.
En el caso de las mujeres, por grupo etario consumen más las de 12 a 17 años que las de 18 a 30 años. En el caso de los hombres, es a la inversa.
La directora del Instituto Dante A.C., Sayda Olivares Montes, señaló que, a nivel federal, los delitos contra la salud cometidos por mujeres representan el 43 por ciento de los casos, siendo la principal causa de su encarcelamiento. “Muchas se ligan a este delito por ser esposas o amantes de los traficantes”.
Esta relación filial-conyugal, e incluso materna, es la base de esta transgresión, porque son utilizadas para transportar las drogas, ya sea por dependencia emocional o chantaje. “La realidad es que se sigue encarcelando a mexicanas pobres procedentes de lugares marginados, usuarias atrapadas en un círculo de consumo y criminalización”, sostuvo.
Aún presas, continuó, el problema no acaba ahí, ya que el abuso de sustancias tóxicas las afecta en mayor medida, debido a que son susceptibles de incidir y prevalecer como consumidoras.
De la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Lydia Barragán Torres destacó que hay un aumento significativo en el consumo excesivo de alcohol en las mujeres, de 4 a 10 por ciento. “Esto significa que, hoy en día, las mujeres se permiten cada vez más alcohol ya no sólo para socializar, sino para sentir sus efectos”, acotó.
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