En el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, la secretaria del Trabajo de la Ciudad de México, Claudia Luengas, estimó que en la Ciudad de México existen alrededor de 50 mil niños que sufren explotación laboral.
Precisó que la cifra oficial de menores explotados será dada a conocer en algunas semanas por el Inegi, pero destacó que en la capital del país se ha reducido la cifra de niños trabajando.
En este sentido, señaló que han detectado que una gran mayoría de los infantes explotados se localizan en la Central de Abasto, el Metro, en cruceros e incluso también en establecimientos mercantiles.
“El hecho de contratarlos da lugar a una responsabilidad laboral y penal, no son padres que llevan a sus hijos a trabajar con ellos, son empleadores que contratan mano de obra infantil (menores de 15 años) generalmente con objeto de darles una remuneración más baja que a un trabajador mayor de edad”, comentó.
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La funcionaria precisó que ya han comenzado con la identificación de todos estos lugares, pero adelantó que la explotación sucede principalmente en los llamados establecimientos de barrio como papelerías o comercios de frutas y legumbres.
Señaló que comenzarán brigadas para atender y erradicar la explotación laboral de los niños, que, en algunos casos, provienen de otros estados del país.
Consecuencias del trabajo infantil
En este sentido, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, Nashieli Ramírez, refirió que de acuerdo a un análisis de adolescentes en prisión por delitos graves, la mayoría de estos menores trabajaron desde pequeños.
“Y cuando les digo trabajado desde niños no era que hubieran sido halconcitos y que empezaran en la escala del crimen organizado desde abajo, no. Habían trabajado vendiendo chicles, habían trabajado pues haciendo los trabajos que hacen la mayoría de las niños, niñas y adolescentes en este país, habían trabajado en el área agrícola”, expuso.
Subrayó que no está diciendo que que quien haga trabajo infantil se va a hacer delincuente, pero lo que sí es un hecho -dijo- es que el trabajo infantil no limita al otro, sino al contrario.
“Cuando tú vas violentando los derechos desde que eres niño, lo más probable es que la ausencia de Estado te va a marcar, porque básicamente lo que pasa ahí es que hay ausencia de Estado. Hay quien no se molesta por decir: ‘Ah, Chucho tiene tres semanas de no venir a la escuela. Dónde está Chucho’. O sea, básicamente falta de Estado”, apuntó.
