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Ola de calor en Japón hace pensar en viabilidad de JJOO Tokio 2020

Metro investiga las consecuencias que podrían tener ondas de calor en el desarrollo de los Juegos Olímpicos dentro de dos años en el país asiático

En las últimas semanas Japón ha vivido una serie de ondas de calor que dejaron cerca de 80 muertos, hecho que ha preocupado a las autoridades por la realización de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en la misma época del año.

Yoshiro Mori, presidente del Comité Organizador Olímpico de Tokio, se reunió el viernes 27 con el primer ministro Shinzo Abe para discutir la posibilidad de introducir el Horario de Verano, lo cual puede ser “una solución”; según el periódico Japan Times.

Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 están programados para celebrarse del 24 de julio al 9 de agosto.

La onda de calor de este año ha dejado cerca de 80 muertos en Japón, y más de 22 mil personas han tenido que ser atendidas en hospitales; es el número más alto de víctimas de un desastre de este tipo en diez años, cuando comenzaron a anotarse estos casos en los registros oficiales.

Al respecto, Metro conversó con Mark Howden, director del Instituto de Cambio Climático de la Universidad Nacional de Australia, quien advierte de las consecuencias de este tipo de ondas de calor.

Q & A

La ola de calor ha dejado muchas muertes en todo el mundo. ¿Puede este escenario empeorar?

–Sí. Los eventos de calor extremo ya han aumentado como resultado de un cambio climático de alrededor de 1°C y las proyecciones indican que esto empeorará a medida que las temperaturas suban aún más. Un estudio reciente mostró que históricamente alrededor de un tercio (30%) de la población mundial ha estado expuesto a lo que los autores llamaron «días de estrés por calor mortal» durante al menos 20 días al año. Bajo los escenarios de aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero similares a lo que estamos experimentando actualmente, ese estudio indicó que casi las tres cuartas partes de la población mundial (75%) experimentarían esas condiciones para el año 2100. Incluso lo que parece ser un aumento moderado de la temperatura global como 2°C, aumenta el número y la intensidad de los días de estrés por calor en la mayoría de los lugares, aumentando los riesgos de enfermedad y muerte. Para algunas regiones ecuatoriales y tropicales en el futuro casi todos los días será un día de estrés por calor.

¿Cuáles son las consecuencias de una ola de calor como la que estamos experimentando actualmente?

–El estrés por calor ocurre cuando no podemos deshacernos del calor que genera nuestro cuerpo. Esto aumenta nuestra temperatura corporal central, al principio nos hace sentir mal y en casos extremos puede causar la muerte. El estrés por calor afecta particularmente a las personas jóvenes, ancianas y enfermas en nuestras sociedades. Limita significativamente las actividades al aire libre tanto para la productividad económica como para el ocio, aumenta el uso de energía para el aire acondicionado cuando está disponible y es asequible, y aumenta las cargas en nuestros sistemas de salud, entre otros impactos. Por ejemplo, en las olas de calor, las llamadas de ambulancia para enfermedades cardiovasculares a menudo aumentan varias veces.

Japón acaba de experimentar una ola de calor que rompió sus récords anteriores. ¿Será una tendencia mundial?

–La causa inmediata de ese trágico suceso en Japón probablemente sea que la corriente en chorro del hemisferio norte en realidad termine siendo débil. Esto ha resultado en que los sistemas de alta presión son muy estables en algunos lugares, lo que provoca una acumulación de calor debajo de ellos, los llamados «domos de calor».

Condiciones similares se están sintiendo en este momento en Europa, Norteamérica y otros lugares. La vinculación del debilitamiento de la corriente de chorro y el cambio climático es un área de estudio actual. Pero existe una fuerte evidencia de que el aumento de la temperatura global subyacente debido a las emisiones de gases de efecto invernadero inducidas por el hombre aumentará la frecuencia e intensidad de dichos eventos de estrés por calor.

¿Están en peligro los Juegos Olímpicos de 2020 debido a olas de calor como la que ha sucedido esta temporada?

–Esto, por supuesto, depende de dónde se celebran los Juegos Olímpicos y en qué temporada. Como se describió anteriormente, el estrés por calor ocurre cuando nuestros cuerpos no pueden eliminar el calor generado internamente y los atletas competidores están generando mucho más calor de lo normal. Esto es particularmente difícil de eliminar en condiciones que son calientes y húmedas. Por lo tanto, es posible que las actividades olímpicas al aire libre necesiten una atención cuidadosa para la programación y la atención de los atletas, mientras que este riesgo se puede gestionar más fácilmente para las actividades interiores a través del diseño de edificios y el aire acondicionado.

¿Cómo puede Japón prepararse para ese escenario?

–El diseño cuidadoso, la planificación y la implementación de edificios y el entorno, las actividades y el comportamiento, la vestimenta, los horarios de trabajo, etc., pueden ayudar. Las alertas climáticas extremas también pueden ser útiles cuando se combinan con programas que informan a las personas y organizaciones qué hacer. Por ejemplo, cosas simples como ir y verificar si un vecino anciano está bien, llenar un baño con agua fría para refrescarse, beber muchos líquidos y evitar salir al exterior en el calor del día y realizar altos niveles de actividad física. En algunos lugares, he visto «compras de estrés por calor» donde la gente acude a centros comerciales con aire acondicionado para refrescarse.

¿Qué acciones podemos tomar para combatir futuras olas de calor en el mundo?

–Para reducir el riesgo de eventos de estrés por calor inducidos por el cambio climático, debemos abordar los cambios climáticos principalmente mediante la reducción de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero. Esto es fácil de decir pero más difícil de hacer. Aunque tenemos el Acuerdo de París, donde casi todos los países se comprometieron a reducir voluntariamente las emisiones (y algunos países lo están haciendo), en general las emisiones de gases de efecto invernadero continúan en aumento. Para mantener las temperaturas globales a 2°C o menos, las emisiones deben comenzar a reducirse en el futuro cercano y llegar a cero neto en este siglo.
Además de esta acción global, también podemos tomar otras medidas, como diseñar y construir viviendas y áreas urbanas más adecuadas para las condiciones climáticas futuras, mudarnos a lugares más fríos, cambiar la vestimenta y los comportamientos y mejorar la información pública sobre cómo vivir en un entorno clima más caliente y más extremo.

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