La noche del 23 de abril pasado, «El Checo» levantaba pesas en un gimnasio de la alcaldía de Benito Juárez cuando un individuo se le acercó y le disparó a quemarropa.
«¡Por la verga, güey!», le gritó el sicario antes de abrir fuego. El cuerpo de Sergio de Jesús Alcántara, de 41 años de edad, recibió tres impactos de bala y quedó con la espalda en el suelo y las piernas sobre el respaldo de un aparato de pesas.
De acuerdo con la indagatoria FBJ/BJ-3/UI-1S/D/2507/04-2018, Sergio fue trasladado al Hospital Coss, en la colonia Roma, donde a las 19:50 horas entró a quirófano.
Policías preventivos montaron un operativo para resguardar el nosocomio, ya que sabían que «El Checo» era líder de narcomenudistas de la delegación Venustiano Carranza.
Desde hace más de una década, él y su hermano apodado «El Patín», controlan la venta de droga en varias colonias cercanas al Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM), pero que tienen su base en la colonia El Arenal.
Hasta el hospital llegaron dos individuos a bordo de una camioneta Harley Davidson negra. Presuntamente tenían la encomienda de rematar a «El Checo», que en ese momento era intervenido quirúrgicamente por tener una bala alojada en el tórax.
No obstante, los supuestos pistoleros fueron detenidos por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP-CDMX) capitalina.
Es en este punto donde la pugna entre los hermanos Alcántara apodados «Los Patines» y Juan Baltazar «El Balta» escaló de nivel.
La cadena de crímenes
Pese al hermetismo de la familia de «El Checo», agentes de la Procuraduría capitalina (PGJ-CDMX) que investigaban el homicidio se enteraron de que había una guerra abierta contra un hombre avecindado en Iztacalco: Juan Baltazar «El Balta».
Este hombre, acorde con los avances en la investigación antes citada, es un individuo que estuvo preso por delitos contra la salud en el Reclusorio Oriente, en 2008.
Tras obtener su libertad, se erigió como uno de los principales distribuidores de cocaína y mariguana en Iztacalco y parte de Iztapalapa.
