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Idlib es una ciudad al norte de Siria, cerca de la frontera con Turquía, que antes de la Guerra en Siria (2011) tenía una población de 165 mil habitantes. Actualmente se calcula que viven dos millones y medio de personas en esa provincia, la mayoría, los últimos rebeldes al régimen de Bashar Al-Assad.
Es en Idlib donde la resistencia siria tiene su último bastión y el triunfo de Bashar Al-Assad, gobernante al que intentaron derrocar en 2011, pondría fin a siete años de guerra civil. Sin embargo, no acabaría con los problemas de la zona.
«Estamos ante los últimos episodios del conflicto sirio, de esto no cabe duda, porque el régimen de Bashar Al Assad actualmente controla dos terceras partes del país», explicó el profesor de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Alicante (España) Ignacio Álvarez-Ossorio, en declaraciones a la agencia EFE.
La última «gran incógnita» radica en saber qué pasará con la región de Idlib, al noroeste de Siria, donde permanecen los rebeldes al régimen.
Estos son los principales actores en la batalla de Idlib
Turquía
En caso de que se lance una «gran ofensiva militar» contra Idlib, los dos millones y medio de personas que viven ahí no tendrían a dónde huir. Ese gran éxodo no podría ser contenido por Turquía, país fronterizo y que ya ha recibido a cerca de tres millones de sirios desde 2011.
Por lo tanto, Turquía acordó este lunes con Rusia (principal país que apoya al gobierno de Bashar al-Assad) crear una zona desmilitarizada de hasta 20 kilómetros de ancho que dividirá las posiciones de las tropas gubernamentales sirias y la oposición armada, que es respaldada por el gobierno de Recep Tayyip Erdogan.
Rusia
El acuerdo ruso-turco, vigente hasta el próximo 15 de octubre, también viene con una suspensión de la ofensiva del Gobierno sirio contra Idlib, que se daba como un hecho por el respaldo del Kremlim. Esto parece una gran victoria para Erdogan, que había dejado claro que no retiraría a sus tropas de la zona y que temía una ola de refugiados.
Sin embargo, la tensión se incrementó este martes con el derribo de un avión IL-20 del Ejército ruso, acto del que Putin acusa directamente al gobierno de Israel.
El presidente ruso, Vladimir Putin, adelantó que reforzará la seguridad de sus efectivos desplegados en Siria.
«En cuanto a nuestras acciones de respuesta, estas apuntarán ante todo a dar mayor seguridad a nuestros militares y nuestras instalaciones en la República Árabe Siria», dijo el jefe del Kremlin, quien añadió que se tratará de «pasos que no pasarán desapercibidos para nadie».
Israel
El país fronterizo con el sur de Siria también se ha visto envuelto en polémicas. La más reciente es el derribo del avión ruso en Siria.
Israel ha recibido ataques de las fuerzas iraníes en Siria, a los que también ha atacado. De hecho, el gobierno de Israel responsabiliza a Irán y sus vínculos con Al-Assad del derribo del avión ruso, también aliados del líder sirio.
«Israel atribuye al régimen de Al Asad, cuyo Ejército disparó al avión ruso, la total responsabilidad por este incidente. También Irán y el grupo terrorista Hizbulá son responsables de este desafortunado incidente», declaró el Ejército en un comunicado.
Organización de las Naciones Unidas
Ante este escenario, el secretario general de la ONU, Antônio Guterres, alertó recientemente por un eventual «baño de sangre» si se recrudece la ofensiva del régimen sirio sobre Idlib.
Los rebeldes sirios…
Aún queda pendiente saber qué sucederá con los milicianos armados instalados en Idlib, que se calculan en cerca de 60 mil y que tampoco podrían huir rumbo a Turquía,
… y los yihadistas
Entre los grupos armados de Idlib también se cuenta a los grupos yihadistas, como Estado Islámico, cuyos militantes también se esconderían ahí, debido a la ofensiva en su contra.
La Siria de Al-Assad
Por otro lado, Siria deberá reconstruir su territorio, cuyas zonas han quedado «por completo destrozadas» y se estima que su reparación demandará entre 350 mil millones de dólares y 500 mil millones.
Los sirios exiliados
Mientras que la reconciliación con los sirios exiliados tampoco será fácil, asegura el académico español, pues «mientras permanezca Assad en el poder Al Assad los once millones de desplazados que provocó la guerra no podrán retornar a su país, al estar identificados con el bando rebelde. Ellos temen por sus vidas».
