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Estamos hartas de las estadísticas mortales: hablan mujeres que treparon la Diana Cazadora

El acto fue planificado por casi tres meses para garantizar la seguridad de las participantes, quienes además cuentan con experiencia como escaladoras profesionales

A las 8:30 horas de este martes 23 de octubre, un grupo de 40 mujeres tomó simbólicamente la estatua de la Diana Cazadora, ubicada en avenida Reforma en la c. La mayoría de ellas se quedaron al pie del monumento sosteniendo pancartas, otras subieron a la columna, y sólo una consiguió trepar completamente, logrando atar un pañuelo verde al brazo de uno de los íconos más importantes de la capital del país: la Diana Cazadora. La consigna era clara: aborto legal y seguro para todo México.

Logramos platicar con una integrante de este colectivo anónimo, que realizó una protesta pacífica sin precedentes. Ella, quien se hace llamar Diana Cazadora, nos aseguró que, más que con un nombre, todas se identifican con su adscripción a un conjunto de mujeres que están hartas de pertenecer a las cifras y a las estadísticas mortales de los abortos clandestinos.

 

 

«Fue una acción planeada con tiempo, casi con tres meses de anticipación. Consideramos que era muy importante asegurar las condiciones de la acción para nuestras compañeras. Queríamos que fuera un acto responsable. Las chicas que subieron a la estatua, por ejemplo, son escaladoras profesionales. Por eso mismo llevaban su sistema de arneses y todo», dice Diana.

El aborto es una realidad en México, aunque la sola referencia al tema haga explotar polvorines espantados por todas partes. Según datos de la Secretaría de Salud de la CDMX, de abril del 2007 a agosto 2018 se llevaron a cabo más de 200 mil procedimientos de interrupción de embarazo, de los cuales 59 mil 441 fueron en personas provenientes del resto del país.

A su vez, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer una cifra verdaderamente alarmante: en América Latina tres de cada cuatro abortos suceden en condiciones ilegales e inseguras y, debido a eso, cada año alrededor de 760 mil mujeres reciben tratamiento por complicaciones posteriores como hemorragias e infecciones.
Por lo mismo, Diana asegura que la elección que hicieron del lugar para alzar la voz tampoco fue arbitraria. «Escogimos esa estatua porque creemos que todas las mujeres debemos estar todo el tiempo cazando nuestra libertad. Lo que queríamos era tensar el arco de la palabra con flechas pacíficas», asegura.

A pesar de que la puesta en marcha de acciones como la de esta mañana conllevan un grado de riesgo, esta colectividad sin nombre asegura que no quitará el dedo del renglón hasta que se garantice un acceso general y gratuito del aborto para todas las mujeres, personas trans y no binarias que lo necesiten.

«También exigimos el cumplimiento de la Norma Oficial Mexicana 046 —que legaliza todo aborto en caso de violación—, así como tener la plena cobertura de clases de educación sexual de calidad en todos los niveles», afirma.

Diana asegura que, si pudiera, se le plantaría enfrente lo mismo al actual presidente Enrique Peña Nieto, que al electo que pronto tomará posesión, Andrés Manuel López Obrador, para obligarlos a escucharla sobre todas las cuentas pendientes que las autoridades tienen con las mujeres.

«Si el Estado no es capaz de controlar ciertas cosas, se lo vamos a exigir y demandar sin más explicaciones. Ellos deben entender las condiciones injustas en las que las mujeres están siendo obligadas a parir en México», concluye Diana.

 

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