El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, reiteró que la decisión de cancelar el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) es un error y traerá consecuencias negativas para la economía del país.
En conferencia de prensa agregó que la merma implica la pérdida de 46 mil empleos directos e indirectos, así como pagos de entre 110 mil y 120 mil millones de pesos por cancelar los contratos de la obra de Texcoco.
Incluso, dijo esta situación ya se refleja en la perdida de poder del peso en el mercado financiero, luego de que se anunciarán los resultados de la consulta ciudadana en la que ganó el proyecto para ampliar la base militar de Santa Lucía.
«La consulta no debió ser vinculante, no se puede construir la democracia sin respetar el derecho», consideró.
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Destacó que con la cancelación del NAIM también se perderá la oportunidad de detonar una fuente de empleo, además de que del proyecto de Santa Lucía es muy pobre «lo que se conoce», incluso sobre el impacto ambiental y social; desarrollo e infraestructura, así como su conexión con el actual aeropuerto.
Ante este escenario dijo que la conclusión del mega proyecto en Texcoco no requería sólo recursos públicos, pues en repetidas ocasiones los empresarios se han manifestado a favor de que se sume la inversión privada.
Por su parte, Gustavo de Hoyos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) lamentó que el presidente electo no cumpla su promesa de no mentir y no robar.
«Miente quien primero nos dijo que la obra se podría construir con recursos privados y hoy la cancela. Reprobamos que se haya realizado una consulta amañada y el despilfarro de recursos invertidos», criticó.
El presidente del Consejo Mexicano de Negocios, Alejandro Ramírez Magaña dijo que la cancelación no abona a la confianza económica hacía el país, además de que no se podrán utilizar los fondos de liquidación, por lo que las multas de cancelación deberán ser absorbidas por el erario nacional, es decir, fondos fiscales.
Sin embargo, adelantaron que mantendrán mesas de negociación con el equipo de transición del presidente electo para conocer los detalles del plan que echará a andar.
«El posicionamiento es en contra pero respetamos su postura, esto no significa que nuestro dialogo se menoscabe. Seguiremos trabajando por México, incluso en estas circunstancias».
